Evangelio según San Mateo 14,23-26.
Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo.
La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra.
A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar.
Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. «Es un fantasma», dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar.
Es un fantasma.
1) A solas: es ese momento en que tenes que buscar. Pero ahora me refiero a tu silencio. Volvé a vos, a tu ser, encontrate con vos mismo. Lo importante crece en el silencio. Madre Teresa de Calcuta buscaba el silencio para hacer ruido en este mundo. Ya deja ese acelere de vida que tenes, ponete orden sino tu vida será un ruido y no una melodia. Es más fácil que te arrepientas de lo que hablas que el arrepentirte por hacer silencio. Volvé a vos, hace más silencio, cállate un poco Para que hable tu interior.
2) Fue en busca: Jesús suspende sus que haceres para tener su tiempo de interioridad. Como te cuesta a vos dejar cosas para meterte en tu interior. Sale, Que lindo ser salidores, salí a buscar a la gente, salí y deja de estar encerrado en vos mismo, el mundo no comienza ni termina con Vos, ya deja la cama, deja un poco tu casa. Salí a visitar, anda a hacer una obra de caridad. Hay tanto por hacer y vos con la tele o la compu… Salí, un episodio de Netflix lo podes recuperar pero un hermano tal vez no. Salí a buscar.
3) Un fantasma: nos asustamos de Jesús cuando no reconocemos a Jesus, ante la falta de trato podemos perder esa capacidad de reconocerlo, y lo que puede ser una oportunidad de ver la obra de Dios podemos caer en la negatividad y creer que es un atentado de la vida. Hoy mira tu vida y lo que parece ser un terror si lo pones a Dios puede llevarte a ser testigo de la obra de Dios.
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¡Que Dios te bendiga!
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