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Lucas 4, 38-44

por Pbro. Luis A. Zazano

Evangelio según San Lucas 4,38-44.

Al salir de la sinagoga, entró en la casa de Simón. La suegra de Simón tenía mucha fiebre, y le pidieron que hiciera algo por ella.
Inclinándose sobre ella, Jesús increpó a la fiebre y esta desapareció. En seguida, ella se levantó y se puso a servirlos.
Al atardecer, todos los que tenían enfermos afectados de diversas dolencias se los llevaron, y él, imponiendo las manos sobre cada uno de ellos, los curaba.
De muchos salían demonios, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!». Pero él los increpaba y no los dejaba hablar, porque ellos sabían que era el Mesías.
Cuando amaneció, Jesús salió y se fue a un lugar desierto. La multitud comenzó a buscarlo y, cuando lo encontraron, querían retenerlo para que no se alejara de ellos.
Pero él les dijo: «También a las otras ciudades debo anunciar la Buena Noticia del Reino de Dios, porque para eso he sido enviado».
Y predicaba en las sinagogas de toda la Judea.

 

 

La fiebre de la vida.

1) Locus: es el termino que se toma del latin. Porque la fiebre no te hace estar ubicado. Cuando uno esta fuera de lugar no sabe quien es y para donde ir.

2) Dolencias: todos tenemos muchas dolencias, situaciones que no sabemos superar y en la cual nos cuesta seguir adelante. Solo con Jesús podemos. Cuando uno esta enfermo cae. Capaz que hoy vos tenes una enfermedad ¿qué es lo que te duele?

3) Salir: Jesús la tiene clara, las exclusividades no. Vos tenes que ser de todos y no tenes que marcar preferencia. No te cases con nada porque tu vida exige que salgas a ayudar.

 

 

 

 

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1 comentario

Rosario Mayersky septiembre 6, 2017 - 10:42 am

Padre Luis Zazano, agrdezco a Dios su presencia en Uruguay.
Tuve la oportunidad de ir a 3 de sus encuentros.
Todos altamente gratificantes y de mucha reflexión.
Hace un año que recibo sus mensajes y Está en mis oraciones.
Almabrazo y «Hasta el cielo no paramos».
Saludos para usted y todo su comunidad.
Rosario Mayersky.

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