Evangelio según San Lucas 14,1.7-11.
Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente.
Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola:
«Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú,
y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: ‘Déjale el sitio’, y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar.
Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: ‘Amigo, acércate más’, y así quedarás bien delante de todos los invitados.
Porque todo el que ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado».
La humildad es lo que te lleva a grandezas.
1) Atentamente: es la mirada que tienen aquellos que les molesta Jesus. En la vida te encontrarás con personas que no le agradas y que están atentos a vos, A tu actuar y a tú forma de vivir. Pero es seguir el ejemplo de Jesus. Ser transparentes y sencillos, caminando en la vida desde la verdad.
2) Invitación: encontrarás en este camino de la vida momentos y situaciones que te harán crecer. Tendrás oportunidades que harán de ti un hombre o mujer de grandeza o de soberbia. Nunca dejes que las invitaciones que te producen la vida sean futuros mareos. Aprende a ser de todo terreno. Como San Pablo que vivió en la abundancia y en la pobreza. Toma la palabra invitación con la palabra «oportunidad».
3) El último: es la humildad la que te hace crecer en la vida y siempre Dios con su gracia te llevará a la primera fila de la vida. El tiempo demuestra que quien actúa con humildad logra su puesto verdadero, en cambio el que se agranda y se siente intocable, con el tiempo cae y cae feo.
Vamos, Que con la humildad se logra todo
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