Portada » LA EPIFANÍA DEL SEÑOR

LA EPIFANÍA DEL SEÑOR

por Leidy M. Pastrana Z.
reyes-magos

“La iglesia no puede pretender brillar con luz propia sino “con la luz de Cristo” “Cristo es la luz verdadera que brilla; y en la medida que la iglesia está unida a él, en la medida en que se deja iluminar por él, ilumina también la vida de las personas y de los pueblos”” (papa Francisco en su homilía en la Santa Misa de la Epifanía del Señor, Vaticano 6 de Enero de 2016. www.vatican.va)

 

Hermanos, en este comienzo del año lectivo, la iglesia católica celebra la solemnidad de la Epifanía del Señor, como lo describe San Mateo en el Evangelio según San Mateo 2, 1-12, en él se narran los acontecimientos del nacimiento de Jesús  en Belén de Judá en tiempos del Rey Herodes, teniendo como protagonistas de este relato a los tres reyes de oriente o Reyes Magos.

Según el papa Francisco los magos representan a los hombres de cualquier parte del mundo que son acogidos en la casa de Dios. Delante de Jesús ya no hay distinción de raza, lengua y cultura: en ese niño, toda la humanidad encuentra su unidad (homilía del papa Francisco en su homilía en la Santa Misa de la Epifanía del Señor, Vaticano 6 de Enero de 2016. www.vatican.va).

Estos reyes magos supieron dejarse guiar por la luz de la estrella, supieron también rendirle homenajes de adoración al rey de reyes y señor de señores  recién nacido, pero sobretodo  y lo más importante, supieron escuchar e interpretar sensatamente el Oráculo recibido en sueños para que no volvieran a Herodes y marcharse a su tierra por otro camino, cabe aclarar que esta solemnidad No es la fiesta de los reyes magos como popularmente y sobre todo comercialmete se ha dado a conocer, sino la fiesta de la manifestación del Rey que es Jesús.

Celebrar la Epifanía del Señor implica ir a su encuentro como lo hicieron estos magos de Oriente, reconocerle su identidad como nuestro único Rey y Señor, y así como los reyes magos le ofrendaron incienso, mirra y oro, nosotros también le rindamos tributos de adoración, ofreciéndole nuestro corazón y todo nuestro ser diciendo la siguiente oración:

Mira propicio señor, los dones de tu iglesia que no son oro, incienso y mirra, sino Jesucristo que, en estas ofrendas, se manifiesta, se inmola y se da en alimento. El que vive y reina por los siglos de los siglos. AMEN!

Amigos, debemos estar dispuestos a ir al encuentro de nuestro único y verdadero rey, dejando de lado las vanidades, el orgullo, la prepotencia y las banalidades del mundo, aprendiendo de nuestro Rey, la humildad y nobleza. Que el nacimiento del niño Jesús no se quede sólo en el pesebre de nuestras casas o iglesias, sino más bien que nosotros seamos pesebres vivos y que Jesús nazca de nuevo en nuestros corazones.

BENDICIONES!

 

 

Convíértete en Patrocinador de Misioneros Digitales,
Un pequeño aporte mensual tuyo nos ayuda a continuar con nuestra labor.

 

 

Misioneros Digitales Donaciones

 

 

[ecp code=»Matched_Content»]

 

Artículos relacionados

1 comentario

Ale enero 7, 2018 - 11:40 am

Buenos días Sra Leydi… tengo algunas dudas sobre el artículo… Por ejemplo: a qué se refiere usted cuando dice «ciclo lectivo»? Por que yo entiendo que, según en el pais que vivo, ciclo lectivo es el ciclo escolar, lo que no tendría que ver con los Reyes. En segundo lugar, el artículo tiene algunas imprecisiones como por ejemplo lo que dice el Papa Francisco sobre los magos… en realidad, a lo que él se refiere (estimo) es que nos representan a todos pero ellos tenían una raza y cultura determinada… disculpe las molestias y espero su respuesta si puede ayudarme a sacar las dudas. Muchas gracias desde ya y bendiciones.

Reply

Deja un comentario