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Marcos 2, 23-28

por Pbro. Luis A. Zazano
Marcos 2, 23-28

Evangelio según San Marcos 2,23-28.

Un sábado en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar espigas al pasar.
Entonces los fariseos le dijeron: «¡Mira! ¿Por qué hacen en sábado lo que no está permitido?».
El les respondió: «¿Ustedes no han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus compañeros se vieron obligados por el hambre,
cómo entró en la Casa de Dios, en el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió y dio a sus compañeros los panes de la ofrenda, que sólo pueden comer los sacerdotes?».
Y agregó: «El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado.
De manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado».

 

 

El hombre vale mucho.

1) Mirada farisea: es la mirada que vos y yo podemos tener. Es referente a esa persona que es «metida» le encanta meter la cuchara en todo. Controlarlo todo. No deja pasar ni una, constantemente juzga, esto nos puede pasar muy seguido, es casi como que somos agentes de FBI, hasta incluso nos tomamos a alguien de punto y le buscamos algo con qué poder atacarla, en ese sentido parece que nuestra cabeza se convierte en fichero de oficina, basta que nos diga algo esa persona para sacarle la ficha de lo que es y de lo que hace. Que tu mirada no sea esa, porque si es así, perderás la paz.

2) Ritualismo: es cuando perdemos la mirada al hermano, cuando no vemos la necesidad del otro. Es esa visión cuadrada en donde ejercemos la vida con leyes, premios y castigos. En donde uno terminará escandalizandose si éste comulga con la mano o con la boca pero, eso Si, no se escandaliza cuando un niño le pide una moneda o un pedazo de pan y se hace el tonto. El rito es para servir a Dios con el hermano, no para servirse del hermano usándolo a Dios.

3) Señor del Sábado: Jesús nos muestra que el hombre, cada uno de nosotros, somos muy valiosos para Dios; tenemos la gracia de ser Hijos de Dios. Es la mayor grandeza, el poder mirar a Dios como nuestro Padre Dios.

Hoy mirate ante el espejo y valorate; deja de buscar que te valoren, valorate por vos mismo.

 

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