Portada » Lucas 11, 14-23

Lucas 11, 14-23

por Pbro. Luis A. Zazano

Evangelio según San Lucas 11,14-23.

Jesús estaba expulsando a un demonio que era mudo. Apenas salió el demonio, el mudo empezó a hablar. La muchedumbre quedó admirada,
pero algunos de ellos decían: «Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios».
Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo.
Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: «Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra.
Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul.
Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces.
Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.
Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras,
pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes.
El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.

 

 

El espíritu mudo.

1) Demonio mudo: muchas veces tocamos este tema. Pero es una de las tentaciones frecuentes de la cual el diablo nos mete en ests vida, la mudez, esa mezcla de idiotez con timidez que te lleva a ocultar lo que sentís y lo que verdaderamente te pasa. Eso golpea tarde o temprano tu interior. Aprende a hablar y a expresar lo que te pasa y lo que sentís. No dejes que el diablo te tiente a hacerte creer que lo tuyo es una tontera o que mejor no decirlo. No! A decir las cosas en tiempo y forma.

2) Luchas internas: en este tiempo aparecen los conflictos. Incluso los familiares. Cusndo hay conflictos no se llega a nada y no de avanza nada, al contrario se destruye. Si es necesario parar el carro antes de seguir así en donde cada uno tira para lo suyo, entonces mejor no seguir. Es bueno poner las cosas en la mesa y hablar pero no decir una cosa y hacer otra. Mucho menos contradecirse y ridiculizar a otros. Eso lastima y mata.

3) Recoger, no desparramar: si hay algo lindo en la iglesia es la variedad de carismas. Pero entre nosotros nos pegamos la criticadas. Que uno no banca a los del opus, otros a los de fasta, que estos no entienden a los neos. Y así… En fin, Dios regalo a la iglesia diversos carismas y cada uno tiene una misión. No es que uno es mejor que otro, son distintos. Por eso debemos trabajar nuestra especialidad y aprender a sumar y no restar lengudamente.

A trabajar que hay mucho por hacer


Patrocina a  Misioneros Digitales
y ayudanos a continuar con nuestra labor
¡Dios te bendiga!

 

 

 

Misioneros Digitales Donaciones

 

[ecp code=»Matched_Content»]

 

Artículos relacionados

Deja un comentario