Juan 15,1-8

Evangelio según San Juan 15,1-8.

Jesús dijo a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador.
El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía.
Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié.
Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer.
Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde.
Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.»

Permanecer en Dios para dar frutos eternos.

1) El viñador: Dios es ese viñador que poda y arranca. Él va controlando el proceso de cada uno, no para controlarlo como policia sino más bien para que de lo mejor de sí. Hoy Dios te recuerda que está a tu lado y busca que des lo mejor de vos, que estés en plenitud y que vos busques esa plenitud.

2) Permanecer: en la vida cristiana nos vamos insertando y asumiendo cosas, pero hoy Dios te invita a permanecer y hacer una vida continúa en Dios y con Dios. Ponete a ver que es algo que tenemos que trabajar mucho entre nosotros y en nosotros por el hecho de que muchos terminan la comunión y la confirmación y no aparecen más, la pertenecía y la permanencia es algo que debemos trabajar y profundizar.¿por qué mucha gente no permanece en la iglesia? Algo de culpa capaz que vos y yo tenemos.

3) Dar frutos: hoy estamos llamados a dar frutos y a lograr de dar lo mejor de nosotros a los demás. El mejor fruto que podes dejar es paz a los que te rodean y alegría a los que te recuerdan.

Ánimo, que tenemos que llenar de frutos buenos en este mundo

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