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Mateo 6,1-6.16-18

por Pbro. Luis A. Zazano
Mateo-6,1-6.16-18

Evangelio según San Mateo 6,1-6.16-18.

Jesús dijo a sus discípulos:
Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa del Padre que está en el cielo.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha,
para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro,
para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

 

 

Limosna, ayuno y oración.

1) Para ser vistos: a cuántos nos pica el bichito de la soberbia, esa la que nos lleva a querer mostrarnos y aparecer. Está esa vanidad que hasta incluso te vales de lo religioso para mostrarte, hay veces que convertimos nuestras vidas como en campaña política. Cuando las cosas las haces por conveniencia y no por convicción puede traerte a futuro una gran crisis de identidad en donde te llevará a cuestionarte todo de ti.

2) Dar/darte: en este punto unimos lo referente a lo que es el ayuno y la limosna. Porque implica el acto de dar algo al otro privándote de vos. No tan sólo en lo material refiere esto sino también de tu tiempo y de tu persona. Es esa lucha constante en donde el ayuno implica privarse de cosas que uno las toma como esenciales cuando no lo son, como ser el ayuno de la tablet o del iPhone o del iPad o de aquello que te lleva a un estado de dependencia que te hace olvidarte de ti. La limosna es dar algo de vos para ayudar y transmitir que das en lo oculto para forjar tu vida en la sobriedad.

3) La oración: este es un punto fundamental, el que puedas cuidar la oración, ese momento en que podés hablar con Dios y contarle de tus cosas. Mostrarte como sos y por sobre todo también dejarte contemplar por Dios, lo lindo de sentirte mirado por Él. Busca ese tiempo y ese espacio donde Dios y vos puedan estar juntos. La oración es la fuerza de tu vida, pero así como para tener buenos músculos se exigen de rutinas diarias de entrenamiento, así para tener una gran fuerza espiritual exige de momentos diarios de silencio y diálogo con Dios.

¡¡Vamos!! Que vos podés ser un gran fisicoculturista espiritual.

 


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1 comentario

Miryam junio 20, 2018 - 10:30 am

Excelente las palabras de cada meditación diaria del Padre Luis. Llega a muchísimos hogares y son reflexiónes exactas a lo que uno desea escuchar y profundizar!! Infinitas gracias Padre por su coherencia y realismo al que no transporta diariamente. Atte Miryam

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