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Juan 20, 24-29

por Pbro. Luis A. Zazano

Evangelio según San Juan 20,24-29.

Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús.
Los otros discípulos le dijeron: «¡Hemos visto al Señor!». El les respondió: «Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré».
Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: «¡La paz esté con ustedes!».
Luego dijo a Tomás: «Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe».
Tomas respondió: «¡Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo: «Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!».

 

 

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Un apóstol de fe.

1) No estaba con ellos: hay veces que el desenfreno apostólico, eso de hacer muchas cosas, nos lleva a distanciarnos de la comunidad, nos aleja de la vida comunitaria y nos hace contarnos sólos. Hace que seamos personas aisladas en donde no disfrutamos con la comunidad sino más bien estamos desfasados de la comunidad. La vida comunitaria es importante, hacer comunidad es importantísimo porque es allí donde nos encontramos con Jesús, no te aisles, más bien compartí.

2) Si no veo: uno en la vida es como que se va endureciendo y tomando una actitud muy racionalista y reacia ante los demás. Es verdad que los golpes de la vida a uno lo van endureciendo, pero además puede golpearte mucho que te alejas del mismo Dios que te eligió para anunciarlo. Un apóstol de Jesús que se aisle de la comunidad y que descuide el encuentro con Jesús puede convertirse en un racionalista o un mero ideólogo. Comunidad y oración es la clave de un apóstol.

3) Creer: la fe es la que nos lleva a ver a Jesús en el hoy y ahora. Es Jesús quien viene a tu encuentro día a día y propone en vos a que exista un encuentro y por ello exige fe. Es la fe que ayuda a ser feliz, es la fe que fortalece en todo momento y circunstancia. Es la fe la que te lleva a ser un grande incluso cuando todos quieren borrarte.

Ten fe y animate a lo grande.


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