Evangelio según San Mateo 10,1-7.
Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia.
Los nombres de los doce Apóstoles son: en primer lugar, Simón, de sobrenombre Pedro, y su hermano Andrés; luego, Santiago, hijo de Zebedeo, y su hermano Juan;
Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo;
Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.
A estos Doce, Jesús los envió con las siguientes instrucciones: «No vayan a regiones paganas, ni entren en ninguna ciudad de los samaritanos.
«Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.
Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.
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Ser bendecido.
1) San Benito: es el Patrono de Europa y en el cual asume un rol importante en la Iglesia ya que presenta un nuevo estilo de vida, la vida monástica en donde se centrará la vida cristiana en tres ejes: oración, trabajo y comunidad. Le tocará los inicios de la edad media en donde Iglesia y Estado se unen cayendo en excesos que no son partes del Evangelio.
2) El monacato: la vida de oración a la que plantea San Benito es una vida en oración a la cual es que tu misma vida sea una oración constante a Dios, incluso en medio de tus quehaceres cotidianos. Es por ello que como enseñanza concreta nos debe quedar que mientras haces tus cosas y le ofreces a Dios es = a oración. Ora y trabaja, trabaja y ora, son dos caras de una misma moneda. Capaz que tu vida no está en un monasterio pero haz que tu misma vida sea una oración constante como la frescura del monasterio.
3) Patrono: San Benito también es conocido por su cruz, la cruz de San Benito en donde nos libera de las garras del enemigo, su oración es muy fuerte y es un santo al cual se lo invoca muchísimo, como a San Miguel, ante un exorcismo. Es por ello que ante miedos y tentaciones se invita a los cristianos que pidan su mediación ante Dios. Hoy pidamos a San Benito que nos proteja de todo mal y de toda tentación, si tienes la cruz de San Benito recordá que es una poderosa arma espiritual a la cual vale la pena que puedas ofrecer diariamente tu devoción.
También pidamos por las vocaciones monásticas para que el Señor guíe a muchos jóvenes que deseen vivir en la contemplación y en el servicio desinteresado.
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