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Franciszek Gajowniczek, el hombre al que San Maximiliano Kolbe salvó la vida

por Editor mdc
San Maximiliano Kolbe

Quizás para muchos la historia sea muy conocida. Pero en el día de San Maximiliano Kolbe es valioso recordar la de Franciszek Gajowniczek, a quién el sacerdote salvó la vida en  Auschwitz. Gajowniczek dedicó el resto de su vida a dar a conocer la memoria del que él llamó «patrono de los que están en dificultad».

 

 Se llamó Franciszek Gajowniczek. Era católico, había nacido en la aldea polaca de  Strachomin, y desde 1921 vivió en la ciudad de Varsovia, capital de Polonia. Tuvo esposa y dos hijos.  Fue soldado profesional y participó en la defensa de su país cuando la invasión nazi de septiembre de 1939. La Gestapo lo capturó en Zakopane y fue enviado al campo de concentración y exterminio de Auschwitz el 8 de septiembre de 1940, con el número 5659. Fue uno de los elegidos al azar para ser ajusticiado tras la fuga de un prisionero. ¿Se acuerdan de quién es? Pues fue el hombre, cuyo grito de agonía pensando en su familia fue escuchado por el prisionero Maximiliano Kolbe, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales y mártir, que fue fundador de la Milicia de María Inmaculada.-

Gajowniczek fue trasladado desde Auschwitz al campo de concentración de Sachsenhausen el 25 de octubre de 1944. Fue liberado por los aliados después de cinco años, cinco meses y nueve días encerrado en los campos. Se reunió con su mujer, Helena, medio año después en Rawa Mazowiecka. Aunque ella sobrevivió a la guerra, sus hijos murieron durante un bombardeo soviético sobre Polonia en 1945, antes de que su padre fuese liberado. Gajowniczek fue invitado por el papa Pablo VI al Vaticano, con motivo de la beatificación de Kolbe, el 17 de octubre de 1971. En 1972 se organizó una gran peregrinación a Auschwitz para dar gracias, y él fue uno de los peregrinos. Declaraba entonces: “Quiero dar las gracias por el don de la vida”. También fue invitado por Juan Pablo II para la canonización, el 10 de octubre de 1982.

El hombre al que salvo San Kolbe

Franciszek Gajowniczek con su uniforme de prisionero.

Gajowniczek dedicó su vida a promover la memoria de san Maximiliano Kolbe por todo el mundo. En 1994, en una visita a Filadelfia, declaraba: “mientras tenga aire en los pulmones, consideraré mi deber hablar a la gente del extraordinario acto de amor de Maximiliano Kolbe”. En 1990, en un viaje a Filadelfia, contaba cómo vivió ese momento: “El 30 de julio de 1941, en el campo de concentración de Auschwitz, un oficial alemán ordenó a los hombres de ciertas barracas que formaran en fila, pues un prisionero había escapado. Querían dar un escarmiento a todos”, dijo Gajowniczek “para que tuvieran miedo de huir. Los hombres serían escogidos para morir. El oficial se paró frente a mí, me señaló y supe que había sido escogido para morir. ‘He perdido a mi mujer’” -dije al oficial –  y ahora se quedarán huérfanos mis hijos. Pero entonces el sacerdote prisionero salió del grupo de los otros presos. Y dijo.  ‘Quiero tomar el lugar de este hombre. Tiene una esposa y una familia. No tengo a nadie. Soy un sacerdote católico. ‘ ”

 

El superviviente miraba al cura, las reglas del campo de concentración les prohibían decir una palabra. “Tenía una mirada de satisfacción en su rostro, y parecía muy contento de hacer esto”, recuerda Gajowniczek.  Los 10 fueron llevados, desnudados, encerrados, y se les dejó morir de hambre. El 14 de agosto de 1941, a los cuatro que todavía no habían muerto, incluyendo el cura, se les inyectó veneno. El 13 de marzo de 1995, a los 93 años, seguramente Gajowniczek  se reunió con el hombre, el santo Kolbe, en el cielo.

 

Fuente: Aleteia

 

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