¿Cómo ayudar a la mujer que quiere abortar a que no lo haga? Sobre esto Misioneros Digitales Católicos conversó con Alejandra Fernández, directora de la Fundación FULAVI-HIC de Colombia.

Cuando se habla del aborto o se inicia una campaña en pos de su legalización, una crítica  que se le hace a la Iglesia es que dice, habla mucho, pero hace poco por y para ayudar a las mujeres que afrontan un embarazo difícil sea por la razón que sea. Pues bien, parece que esto no es tan cierto y en muchos lugares hay personas que deciden pasar del dicho al hecho. Ir a trabajar a la viña del Señor. Una de ellas es la colombiana Alejandra Fernández que en su querida ciudad de Cali y junto a otros laicos comprometidos con la palabra de Dios y la vida que el crea, dieron a luz a  la fundación FULAVI-HIC que, día a día, ponen el cuerpo y ayudan a las mujeres que piensan que el aborto es la única salida.

 -Además de contarnos qué es FULAVI-HIC, cómo nació y desde cuándo funciona, nos gustaría saber qué llevó a un grupo de laicos a fundarla.

 -La Fundación Laicos por la Vida Centro de Ayuda a la Mujer, Hijos de la Inmaculada Concepción (FULAVI-HIC) nació fruto de una experiencia de seis años trabajando con mujeres embarazadas en un centro de ayuda a la mujer en situaciones de vulnerabilidad, uno de los colectivos más olvidados por la administración pública y para el que menos recursos se destina. Al ver la necesidad de las mujeres que presentan un embarazado inesperado, que en general no reciben la información adecuada ni la ayuda que se requiere para su estado, que les permita tomar la mejor decisión. En muchas ocasiones ellas optan por el aborto debido a presiones de todo tipo: social, económica, familiar, etc. Como dije, esto fue lo que trajo al mundo a FULAVI HIC que nace el 22 de octubre de 2014 en la ciudad de Santiago de Cali (Colombia), gracias a la oración constante y al ánimo de hacer un aporte a la sociedad y a la paz de un grupo de laicos.  

 -¿Cómo se financia la actividad de la fundación?

-La actividad de la fundación se financia con dinámicas que se realizan constantemente para la recolección de fondos que son destinados para las madres y sus pequeños. Las dinámicas, como le decimos aquí a las actividades, consisten en chocolatadas, rifas, pulgueros (venta de ropa de segunda mano en buen estado), peregrinaciones y principalmente encomendarnos a la misericordia de Dios. No recibimos ayuda del Estado ni de ninguna otra organización.

-Los lectores de Misioneros Digitales Católico que lean esta nota, ¿cómo pueden ayudar a la fundación FULAVI HIC?

-Las personas que quieran realizar aportaciones lo pueden hacer realizando donativos puntuales; contactándose con los medios de comunicación para potenciar la defensa y apoyo a la mujer gestante; conectándonos con asociaciones que quieran ayudarnos con  nuestra labor en la defensa de la vida. También pueden colaborar enviando ropa para el bebe o la madre, pañales, leche, teteros, cobijas, aportes en efectivo. Puede resultar extraño pedirlo pero también necesitamos equipos de ultrasonido, doopler para la sensibilización de las madres que escuchando el corazón de su bebe pueda sensibilizar y humanizar esa criatura que está en su vientre. Así que a los lectores les comentamos que nuestra cuenta de ahorros es 1-083-24585-9, Banco Itau, a nombre de la fundación laicos por la vida, FULAVID-HIC.

-¿Quién es, cómo es la realidad de la mujer que llega a FULAVI-HIC?

-Es una mujer de entre 15 y 38 años de toda clase social, religión, raza y profesión. Es una mujer soltera, casada, divorciada, separada, en unión libre y viuda en una situación difícil de su vida. También de abandono, sin trabajo, que busca interrumpir su embarazo, presionada por sus diferentes entornos: familiar, social, personal, etc. Es una mujer que va de forma reservada, silenciosa, considerando que puede tomar un camino a través del aborto para, entrecomillas, solucionar su problema. Busca un aborto porque no acepta su maternidad. Mucho menos pensar en una solución como dar a su hijo en adopción.

Alejandra Fernández, la directora de FULAVI-HIC, la fundación colombiana que ayuda a las madres y a sus hijos.

-FULAVI-HIC no sólo se dedica a ayudar a madres que enfrentan un  embarazo no deseado, sino a quiénes lo han perdido o afrontan dificultades económicas. ¿Cómo se trabajan estas tres diferentes situaciones?

-Toda madre que se contacta con nosotros necesita una alternativa es acogida, escuchada. Se da una ayuda oportuna durante su gestación o en sus momentos de crisis. Es la única manera de ayudar a estos bebés por nacer acogiendo a su mamá sin ser juzgada. Sólo el amor, la compresión para combatir este terrible flagelo, llevando la palabra de Cristo. Cuando una madre se acerca a nuestro espacio buscando reconciliación y perdón por su pérdida se le da amor incondicional. Animamos en nuestra conversación con las palabras de San Juan Pablo II: “Tengan la seguridad de que nunca es demasiado tarde para buscar la reconciliación y que podéis confiar  la esperanza a vuestro hijo al Padre y a su misericordia”. El aborto es un trauma, una tragedia para cada mujer que opta por abortar. (Phentermine) Es ahí donde nos preocupa la situación de cada mujer, y acompañamos con el respaldo de un sacerdote. Nuestra misión es llevarla a una reconciliación y acoger su dolor. También asistimos a esa madre sin recursos pero que no ha considerado el aborto, para que no esté sola o desprotegida, sin recursos para el sostenimiento de su hijo y su familia.

-¿Cómo es el proceso de trabajo con las madres, principalmente con las que llevan adelante un embarazo no deseado? ¿Todas deciden seguir adelante con él?

-Nuestra metodología es escuchar, acompañar, acoger, asistir, enseñar a esta madre sin prejuicios ni juzgamientos. Nuestro apoyo es incondicional. Somos sensibles frente a la necesidad de las madres y actualmente bajo el principio de ayuda mutua mejorando la vida diaria de cada mujer. Favorecemos el desarrollo de la persona a través de la autoestima, la dignidad de la persona, la libertad a valorar su sexualidad, formando ciudadanas con criterio propio, con principios, respetuosas, participativas, solidarias. Ofrecemos cursos, talleres, conversatorios sobre el cuidado del embarazo, preparación para el parto. Damos orientación a las madres en la búsqueda de una carrera o de un empleo; o la ubicación de guardería para su bebe mientras trabaja. También el desarrollo de actividades culturales o el fortalecer sus buenas relaciones interpersonales. Además, se brinda oportunidades de oración en común durante la jornada de apoyo y espacios para fomentar los principios evangélicos romanos.

-Puntualmente, muchas veces, ese embarazo no deseado es producto de una violación. ¿Cómo se trata, asiste a una mujer que vive ese drama? ¿Cómo se logra que siga adelante con ese embarazo, situación que los pro-aborto dicen que es una injusticia, que es prolongar su sufrimiento?

-Una violación no justifica un aborto. Sí asistimos a mujeres que viven ese drama. Se puede entender que una mujer no desee el hijo fruto de una violación pero se asiste como cualquier otro caso. No cambia la intención de hacer un aborto. Se da la misma información. Se la explica que no obligamos  a nada y que sólo necesita saber que implica realizarse un aborto, que su situación es difícil pero queremos que tenga presente que el aborto no es la solución, ni la cura ni hace desaparecer lo ocurrido. Que a ese trauma le va a sumar un aborto donde tendría que enfrentarse con recuerdos constantes de que ha matado a su hijo. Que el culpable de la violación no es el bebe y que tampoco es culpable de lo que le sucedió. Que ella no tiene por qué quedarse con él bebe, que le deje vivir y que le dé en adopción y eso sería una respuesta más humana. Se logra en ocasiones que la madre acepte a su bebe. En estos casos pensamos que hemos logrado que la madre si ame a su hijo como suyo y en otros  casos conseguimos que lo dé en adopción. Pero no siempre lo conseguimos. Otras veces no se llega a concretar una respuesta positiva y mueren los bebes pero hay que recordar que hemos  hecho lo humanamente posible. Pero siempre respetando la libre decisión de la madre. Todo lo dejamos en manos de Dios.

–Pero las personas que promueven el aborto dicen que es para ayudar a las mujeres.

-Las personas que están a favor del aborto se les olvida que todo ser humano tiene derecho a la vida y tienen en su mente la teoría del descarte humano. Quieren legalizar un homicidio y es que aún no han aprendido amar verdaderamente. Alegan que el aborto es una liberación, el derecho a decidir y disponer de su cuerpo. Pero el bebe es un inquilino por lo tanto no puede disponer de él.

-Penúltima pregunta: ¿qué hay que hacer y quiénes deben actuar para que no se produzcan embarazos no deseados?

-Todos estamos llamados a actuar y a defender la vida. Informar sobre la cultura de la vida, concientizar, defender la dignidad del ser. Debemos educar. La familia es muy importante ya que es el núcleo central de todo individuo. Allí aprendemos a respetar, amar, a ser pacientes, adquirimos valores espirituales y humanos. Tenemos que interiorizar a los jóvenes de los conocimientos, y las actitudes, para prevenir los embarazos inesperados. Realizar talleres de noviazgo. Intervenir en currículos escolares desde la primaria llevando talleres de sexualidad sana y expresión de amor basada en el respeto. 

-Ultimo interrogante: ¿Cómo se debe tratar a la mujer que se ha realizado un aborto?

-Se debe tratar con respeto, amor, sin ser juzgada, se la debe acompañar en su proceso, estar atentos a cualquier posibilidad y necesidad de ser escuchada. La madre que abortó necesita ser reconciliada con su hijo para poder sanar esa herida.