Este es uno de los aspectos que Silvia Retamales, del Observatorio Socio Pastoral de los Jóvenes de Chile, destaca del Sínodo de los Obispos que por estos días se está llevando a cabo en Roma. También señala que es importante que “se escuchen voces distintas para que podamos repensar en nuevas estructuras eclesiales, para que nuestra Iglesia sea más abierta y plural”.
“El Sínodo es una buena oportunidad para que los jóvenes podamos manifestar los que pensamos, los Padres Sinodales han tenido una actitud de escucha ante nuestra opinión, nos han apoyado y fomentado que participemos, también es una oportunidad para que se escuchen voces distintas para que podamos repensar en nuevas estructuras eclesiales, para que nuestra Iglesia sea más abierta y plural”, lo dijo Silvia Retamales Morales, del Observatorio Socio Pastoral de los Jóvenes de Chile, al inicio de la 6° Congregación General de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, dedicado al tema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.
“El Sínodo nos ha brindado la oportunidad de poder hablar con los Padres Sinodales y poder expresar la voz de los jóvenes – señaló la joven chilena, explicando su experiencia en la Asamblea Sinodal – es un evento que nos conduce hacia la universalidad de la Iglesia y poder aprender de otras realidades, ya que ciertos problemas se repiten en los diferentes países”. La actitud de los Padres Sinodales ha sido muy buena, nos han dado espacio para que nosotros podamos hablar, precisó Silvia Retamales, primero en las intervenciones en el Aula y luego en los Círculos Menores, hay una buena actitud de escucha.
“En mi país en estos últimos tiempos hemos estado pasando por una situación bastante lamentable – señaló la Observadora de pastoral juvenil, refiriéndose al caso de abusos en Chile – y lo veo de dos formas, por un lado veo que han habido gestos importantes de reconciliación y también de sanción a quienes merecen esas sanciones, y de otro lado veo que debería ser tomado como una oportunidad para repensar algunas estructuras de la Iglesia que quizás pueden fomentar o permitir los abusos; la idea es que no sólo sancionemos, sino que también trabajemos en promover los espacios de prevención para que no se repitan estas conductas que dañan a tantos y los fieles lo puedan entender como una Iglesia que quiere salir a nuestro encuentro”.
Fuente: Vaticannews.va
