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Adviento el principio de más maravilloso fin

por J.R. Arévalo
adviento

El adviento marcamos el inicio del calendario litúrgico, que a través del año nos lleva a reflexionar que el final de esta historia es maravilloso

Cuando era chico, así como todos, esperaba con muchas ansias el tiempo de navidad; pero siempre me pregunté por qué navidad y la semana santa estaban tan cerca, en diciembre celebrábamos el nacimiento de Jesús y unos cuatro o cinco meses después conmemorábamos su muerte, no me hacía sentido que Jesús se hubiera hecho adulto en tan poco tiempo.

A medida fui creciendo, también fui entendiendo más acerca de la liturgia y del calendario litúrgico y se me generó otra duda, ¿por qué celebramos el inicio del año litúrgico a fin de año? Y bueno así con el ánimo de comprender más de por qué hacemos lo que hacemos los católicos descubrí el tiempo de “Adventus Redemptoris”el Adviento.

Este período comprende los cuatro domingos previos a la celebración de la navidad y es por esta razón que varía en su duración; lo importante es que, así como la cuaresma es la preparación para la pascua, el adviento es un período de preparación para la navidad. Hay que prepararse, hay que hacer ayuno y oración ya que es un tiempo de austeridad y arrepentimiento, pero al mismo tiempo debemos estar felices, felices porque está pronto el nacimiento de Jesús. Ese nacimiento debe ser en nuestros corazones, debemos preparar un pesebre espiritual para que María pueda depositar a ese recién nacido ahí en el centro de nuestros corazones, el pesebre es signo de humildad y por tanto así debemos ser nosotros humildes de corazón. Navidad trae nuevas oportunidades y nuevas esperanzas y para aprovecharlas hay que estar listos para recibir esas bendiciones.

A diferencia de la cuaresma, el adviento para mi tiene ese aire de júbilo expectante, este tiempo trae consigo muchos signos visibles que nos llenan de alegría que ponen de manifiesto en el ambiente la celebración que se aproxima día a día: la navidad. Así pues, se decoran nuestras casas e incluso nuestras plazas con luces, guirlandas, árboles, nacimientos, y regalos que nos deben recordar que la luz va a venir al mundo.

Con el adviento marcamos el inicio del calendario litúrgico, que a través del año nos lleva a reflexionar que el final de esta historia es maravilloso porque se trata nada menos que de nuestra propia salvación.

Te invito a que lleves la luz a tu casa, preparándote domingo a domingo con la corona de adviento que nos recuerda la historia de nuestra salvación desde el Genesis hasta la Anunciación.

Puedes encontrar como orar con la corona de adviento aquí:

 

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