Evangelio según San Lucas 5,12-16.
Mientras Jesús estaba en una ciudad, se presentó un hombre cubierto de lepra. Al ver a Jesús, se postró ante él y le rogó: «Señor, si quieres, puedes purificarme».
Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Lo quiero, queda purificado». Y al instante la lepra desapareció.
El le ordenó que no se lo dijera a nadie, pero añadió: «Ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio».
Su fama se extendía cada vez más y acudían grandes multitudes para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades.
Pero él se retiraba a lugares desiertos para orar.
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Presentate ante Jesús.
1) Lepra: Era considerada una enfermedad impura. Te excluía de la sociedad y de tu gente. Hoy también te quiero hablar de la lepra espiritual; en donde vos mismo te aislas, no querés compartir con nadie, te encerrás en tu habitación o te tiras en la cama, o te encerrás en una cafetería para sólo estar con tu celular viendo facebook o Instagram y nada más… es ese aislamiento porque no querés ver a nadie por miedo o por vergüenza o por orgullo. Es el sentirte impuro que no querés hablar tu tema con nadie por miedo a que se sorprenda o al qué dirán, entonces sentís que te vas pudriendo y largando olor porque te vas haciendo negativo y hasta enojoso, basta que vuele una mosca para empezar a insultar. Esta lepra te lleva a que muchos se alejen de vos y de vos alejarte de muchos y te encerrás en tu mundo. Sólo hay heridas que salen y salen, dolor y dolor, por tantas cosas que tenés guardadas y no la sacas.
2) Purificado: Anda a Jesús, pedile que te cure, abrí tu interior y expresale todo, escribí tu historia de vida, eso ayuda mucho a que puedas objetivizar tus heridas, habla con un sacerdote o con alguien de tus heridas, miedos y errores sabiendo que por más que sea lo mismo te van a querer y acompañar. Busca gente amiga que te acompañe y que te acoja en su vida, sacate de la cabeza que vos sos una molestia, los verdaderos amigos están y te ayudan, pero no te aisles y no creas que molestas, habla lo que te pasa y déjate acompañar. Dios quiere purificarte pero también es necesario que vos lo quieras, ¿vos querés sacarte esas heridas? ¿hablaste con alguien alguna vez de lo que te pasa o pasó? ¿tenés miedo de que te juzguen por lo que hiciste?
3) Desierto: Cuán importante es retirarse y buscar momentos de silencio y tranquilidad, capaz que un pasito puede ser que cuando vuelvas en el auto vengas en silencio sin radio o sin spotify (música). O cuando llegas a casa en vez de prender en el acto la tele basta con tratar de cuidar ese silencio. Hoy los ruidos interiores nos enloquecen pero como no lo queremos resolver a esos ruidos interiores lo callamos con ruidos exteriores que entretienen pero no resuelven. Busca tu desierto ese lugar donde sos sólo vos. ¿lo tenés?
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¡Dios te bendiga!. ¡Gracias!
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1 comentario
Gráfica y fantástica reflexión. Gracias Padre. Una pregunta, cómo lo consigo en spotify?