La palabra del Señor viene cada domingo a darnos toda la luz que nosotros necesitamos para poder vivir como el Señor quiere de nosotros, en paz, en alegría, en fraternidad, escuchemos el mensaje del Evangelio de este Domingo.
Del santo Evangelio según SAN LUCAS 4, 21-30
Después de leer el pasaje del profeta Isaías, Jesús comenzó a decir en la sinagoga de Nazaret: «Este pasaje de la Escritura se ha cumplido al escucharlo hoy ustedes.» y todos le manifestaban su aprobación y estaban llenos de admiración por el lenguaje de misericordia que empleaba, y comentaban: «¿No es este el hijo de José?»
Él les respondió:
«Sin duda me aplicarán aquel dicho: ‘Médico, cúrate a ti mismo’ y me dirán: Haz también aquí en tu patria todo lo que hemos oído decir que hiciste en Cafarnaúm.» Y añadió: «Yo les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su patria.
En verdad les digo que en tiempo de Elías, cuando dejó de llover por tres años y medio y hubo un hambre tan grande en todo el país, había muchas viudas en Israel; y sin embargo Elías no fue enviado a socorrer sino a aquella viuda que vivía en Sarepta, en el territorio de Sidón. y también en tiempo del profeta Eliseo había muchos leprosos en Israel, y ninguno de ellos fue curado sino Naamán, que era de Síría.»
Al oír esto, todos en la sinagoga se llenaron de rabia, se pusieron de pie y sacaron a Jesús y lo llevaron hasta un barranco en la montaña donde está construida la población, con intención de despeñarlo. Pero él se abrió paso entre ellos y se alejó.
Palabra del Señor.
Transcripción de La Voz del Pastor de febrero 3 de 2019
Estamos frente a uno de los pasajes más importantes del Evangelio de san Lucas, se nos dice que el Señor Jesucristo entró a la sinagoga de Nazaret,
Y allí tomó el libro del profeta Isaías y Leyó el texto y dijo hoy se ha cumplido esta escritura entre ustedes.
A que hay varios elementos sumamente importantes, primero es el hoy, con Cristo rezos amor empieza un hoy de salvación.
Se protege a lo largo de toda la historia de la humanidad.
Cada minuto que nosotros vivimos es un hoy de salvación.
Cada minuto de nuestra existencia está marcado por la presencia salvadora de Dios en nuestra vida.
Cada minuto, cada minuto, no hay un minuto de la vida que no esté marcado por esa presencia salvadora del Señor.
Por eso en los momentos más duros más difíciles, en los momentos en que tenemos por ejemplo la enfermedad, o la angustia, la preocupación en el momento en que se presentan dificultades serias en la existencia no podemos pensar que estamos solos, no todo lo contrario, el Señor está con nosotros, hoy es un día de salvación sea el día que sea, es un día de salvación.
Pero es necesario para eso abrir los ojos y darse cuenta verdaderamente es la presencia del Señor, fíjese ustedes que los de Nazaret, no solamente no se dieron cuenta de que el Señor verdaderamente era el salvador sino que lo rechazaron, casi lo asesina tirándolo despeñando a por una roca sobre la cual estaba construida la ciudad, eso nos puede pasar también a nosotros cerrando su corazón, no permitir al Señor que nos manifieste todo su amor y toda su misericordia, sino sencillamente rechazarlo y entonces encerrarnos en nuestra vida como nuestras dificultades con los problemas, con su indiferencia y llevar una vida absolutamente sin sentido, que es lo que desafortunadamente esta pasando a la mayoría de las personas cada vez más gente triste, deprimida, angustiada sin sentido, sin salida, la existencia precisamente porque rechaza la sabiduría que da la luz del Señor a nuestra vida.
hay un tercer punto que es fundamental también es el tratar de descubrir y hacer hoy de salvación a la luz de la palabra de Dios, el Señor Jesucristo lee la escritura, lee un pasaje del profeta Isaías y dice: hoy se cumple esa escritura.
Para nosotros saber es fundamental tener un contacto claro con la palabra de Dios.
Si queremos descubrir la presencia salvadora de Dios en nuestras vidas, si queremos de verdad vivir a conciencia toda nuestra existencia, si queremos que nuestra vida se llene de luz y de paz, tenemos que ir a la palabra del Señor, ir al Evangelio, en esos cuatro Evangelios está toda la sabiduría de Dios presente en la persona de nuestro Señor Jesucristo, por lo tanto tenemos que acudir allí para poder llenarnos de su gracia y su sabiduría.
Pidamos al Señor que los ayude en esta tarea, de descubrirlo siempre presente de nuestra existencia y a tomar conciencia de que esa presencia suya nos invita a vivir en la fraternidad y la solidaridad.
Nos invita a vencer el mal, para poder construir una sociedad justa, fraterna y solidaria.
La bendición de Dios todopoderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre. Amén.
