Evangelio según San Marcos 7,31-37.
Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis.
Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos.
Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua.
Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: «Efatá», que significa: «Abrete».
Y enseguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente.
Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban
y, en el colmo de la admiración, decían: «Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos».
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No seas un sordomudo de la vida.
1) Mudo: Es la persona neutra. No puede expresar concretamente lo que siente y lo que vive, es mudo, no transmite con palabras lo que le pasa en su interior. ¿Cuántas veces vos sos mudo y no decís lo que te pasa y lo que sentís? Eso mata.
2) Sordo: Es la expresión de aquella persona que no recibe información. En tu caso podés ser sordo, no recibís lo que te quieren decir, no captas al otro y giras en vos. Eso te lleva que nadie pueda expresarte lo que ve de vos o siente por vos, porque vos no lo podés escuchar.
3) Ábrete: Es ese el milagro que hoy Dios quiere hacer en tu vida. Abrirte a Dios, abrirte al otro y abrirte a lo hermoso que es esta vida. Deja de aislarte y de tener miedo a todo. No te hagas el sordo y escucha al que está frente tuyo, no seas mudo y expresa lo que tiene tu interior. No seas cerrado y abrite a luchar en esta aventura que es la vida.
Vos sos un milagro de Dios
1 comentario
Hermoso muchas gracias.