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Pedro y los apóstoles reciben el llamado

por Card. Rubén Salazar Gómez
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En la figura de Pedro y los apóstoles que hoy reciben el llamamiento del Señor, tenemos que descubrir nos a nosotros mismos escuchemos con mucha atención:

Santo Evangelio según SAN LUCAS 5, 1-11

Encontrándose Jesús una vez a orillas del lago de Genesaret, la 
multitud se amontonaba a su alrededor para escuchar la palabra 
de Dios. Vio entonces dos barcas que estaban en la playa.

Los
pescadores se habían bajado y estaban lavando las redes. Jesús se 
subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que la alejara un poco de la orilla. Entonces se sentó y empezó a enseñar a la 
multitud desde la barca. 

Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón: «Rema hacia la parte honda y echen las redes para pescar.»  Simón le contestó: «Maestro, toda la noche estuvimos bregando  y no pudimos pescar nada.

Pero ya que tú lo ordenas, vaya echar las redes.»  Las echaron y sacaron una cantidad tan grande de pescado, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces llamaron por señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que fueran a 
ayudarles. Ellos fueron y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. 

Cuando Simón Pedro vio esto, cayó de rodillas a los pies de Jesús y le dijo: «¡Retírate de mí, Señor, que soy un pecadorl»  Tan grande era el asombro que se había apoderado de él y de todos los que  estaban con él, al ver la cantidad de pescado que habían sacado. 

Lo mismo sucedió a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Entonces Jesús le dijo a Simón: «No tengas miedo. De ahora en  adelante pescarás hombres.» 

Ellos sacaron las barcas a tierra, lo dejaron todo y siguieron a 
Jesús. 

Palabra del Señor.

Transcripción de La Voz del Pastor del 10 de febrero de 2019

Este es un relato bellísimo de la vocación de Pedro y de los primeros discípulos, San Lucas trae un episodio nuevo diferente a lo que traen los otros Evangelios, tanto el Evangelio de Marcos como el evangelio de Mateo, y es el hecho de que con el llamamiento de los primeros discípulos está el milagro de la pesca.

Los discípulos no han pescado nada durante la noche y entonces solamente a

la palabra del Señor, cuando el Señor los invita a echar las redes de nuevo pueden

pescar y por lo tanto pueden verdaderamente descubrir como el Señor les regala todas los peces que necesitan para su servicio, pero hay algo más esa pesca es un símbolo, es un signo claro de algo mucho más que quiere el Señor respecto de Pedro y los otros apóstoles, es la pesca que Él describe con el nombre de pescadores de hombres.

 Los discípulos están llamados a seguir al Señor Jesucristo para que luego ellos puedan en su nombre predicar el Evangelio, llegar a todas las personas llevando ese mensaje de salvación y de paz.

 Qué bueno que nosotros hoy sintamos que el Señor nos llama, y que si nuestra vida hasta ahora ha sido una vida inútil, en el sentido de que ha estado simplemente llena de angustias y de preocupaciones y sobre todo de sinsentidos, hoy descubramos que el Señor nos llama, y nos llama precisamente a estar unidos a él en primer lugar, pero también a ir a los demás para llevar ese amor y esa misericordia que el Señor nos dispensa a cada uno de nosotros, aparecida ustedes saben que fue la reunión que tuvieron todos los obispos latinoamericanos en esa ciudad del Brasil, nos dice en su documento final, que somos discípulos misioneros del Señor, discípulos, en primer lugar tenemos que descubrirlo a él, conocerlo, amarlo, seguirlo, y eso es ser discípulo y eso es todo un proceso a lo largo de la existencia, y luego ser misioneros, porque si hemos descubierto al Señor en nuestra vida, indudablemente que sentimos la necesidad de llevarlo a los demás sentimos la necesidad de ser portadores de su persona, de ser portadores de su Evangelio, de ser portadores de su palabra, y por lo tanto de hacerlos testigos de la salvación en el mundo.

 Esto es lo que necesitamos en el mundo de hoy, vivimos en un mundo intranquilo, inquieto, inseguro, con muchísimas incertezas acerca del futuro, hay incertidumbre realmente qué va a pasar el mundo está cada vez más convulsionado y un poco lo mismo podemos sentir acerca de nuestra patria la situación no es fácil las situaciones duras las situaciones difíciles, no se ve con claridad hacia dónde caminamos en esos momentos tenemos que descubrir qué es el llamamiento que el Señor nos hace, en primer lugar repito a seguirlo a él hacernos sus discípulos y en segundo lugar a hacerlos sus apóstoles es decir aquellos que lo predicamos, que lo proclamamos, y esto lo hacemos es precisamente a partir de nuestra

experiencia de fe, a partir de nuestra experiencia de encuentro personal con el Señor Jesucristo.

 Si nuestra vida ha estado hasta ahora marcada también por la duda, por incertidumbre, por la infelicidad por el sinsentido es el momento para que hoy a la luz de la palabra del Señor, tomemos la decisión de seguir al Señor y tomemos una decisión que indudablemente va a cambiar nuestra existencia, la va a llenar de luz y de paz, y entonces podremos ser mensajeros de esperanza para el mundo en que vivimos ya no seremos portadores de malas noticias de angustias y de sinsentidos sino portadores del Evangelio de salvación, ese Evangelio que nos dice que dios nos ama, que nos quiere sus hijos y que nos quiere a todos hermanos y que viviendo en el amor vamos a descubrir el verdadero sentido de la existencia, escuchemos al Señor y sigámoslo.

 La bendición de dios todopoderoso, padre hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre, amén.

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