Chick- Fil- A es uno de los restaurantes de comida rápida más famosos de Estados Unidos, sus orígenes al igual que el de muchas marcas reconocidas, se remonta a la inventiva de un hombre. S. Truett Cathy abrió su primer restaurante llamado The Dwarf Grill que luego se llamó The Dwarf House en la ciudad de Atlanta en 1946. El primer Chick- Fil- A abrió en el año de 1967 y desde entonces se ha expandido hasta alcanzar más de dos mil tiendas.
Hay algo que hace sobresalir a esta compañía además de sus productos. Su misión corporativa, tal cual se lee es: “Glorificar a Dios siendo administradores fieles de todo lo que se nos confía y tener una influencia positiva en todos los que entran en contacto con Chick-fil-A”. Esta es la influencia de su fundador, Cathy fue un ferviente cristiano que logró empapar a toda su compañía de las características propias de un cristiano.
Es por esta razón que todos los restaurantes están cerrados los días domingo, habiendo trabajado en el rubro por varios años, Cathy comprendió la necesidad imperiosa que sus empleados descansaran un día a la semana y de poder adorar a Dios, los que así lo desearan; esta tradición se mantiene intacta hasta hoy. Pero esta misma noción cristiana de hacer negocios llevó a la compañía a establecer una nueva tradición: servir sándwiches de pescado durante el tiempo de cuaresma, misma que inició en el año 2016 en un esfuerzo para ayudar a aquellos cristianos que observan la abstinencia durante los cuarenta días que se preparan para la pascua del Señor.
Otras cadenas restauranteras han visto la oportunidad de atraer más clientes promocionando menús de pescado durante la temporada, McDonald’s con su Filet-O-Fish y Burger King haciendo lo propio con su BK Big Fish (que están siempre disponibles).
No todo ha sido color de rosas para la compañía que es el blanco frecuente de intentos de boicot y reproches por su postura conservadora y por impulsar la defensa del matrimonio tradicional y estar en contra del aborto, pero siempre ha logrado salir avante de estos intentos de desprestigio.
Volviendo a Cathy, decía “Debemos aspirar a hacer más que vender pollo, debemos ser parte de la vida de nuestros clientes y de las comunidades a las que servimos”. Ciertamente esta compañía lo está logrando poniendo en el centro del negocio al Señor.
