Sólo los capaces de ahorrar llegarán bien a diciembre.
Por eso, haceme caso, que yo algo sé del tema por conocer varios expertos en el arte de economizar.
Ahorrá PALABRAS : no las malgastes no las uses sin sentido no digas ninguna que no tenga un noble fin: divertir, iluminar, consolar, animar y dar cariño…
Ahorrá enojos: no los desperdicies porque enojarse es a veces justo y necesario. Pero enojarse por tonteras es necio, un desperdicio de energías que no tiene solución.
Ahorrá juicios, internos y exteriores: que el trigo y la cizaña crecen juntos casi siempre y no aventures aquello que no sea preciso con el riesgo de fallar, y matar, y destruir.
Ahorrá esfuerzos desgastantes por caerle bien ¡a todos! los que andan por tu vida: ¡es que eso es imposible! y no podrás jamás descansar en la certeza de tu propia dignidad.
Y así podría seguir, pero podés vos mismo mirar pasados años y sereno evaluar qué cosas fueron perdidas, de qué te arrepentiste… todo eso, creéme, te lo podés ahorrar.
Centrate en lo esencial viví agradecido hacete cargo de tu humilde realidad.
Tratá de amar a todos cantá y seguí en camino tu Padre te está viendo a Él solo has de agradar
Y así, yo te aseguro… vas a llegar bien a Diciembre.
