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No desperdiciemos lo poco que nos queda de tiempo

por Editor mdc
maria-magdalena-jesus

Estamos ya prácticamente al final de la cuaresma, dentro de ocho días empezamos la Semana Santa con el domingo de ramos, por eso hoy se nos hace una invitación apremiante, a que no desperdiciemos lo poco que nos queda de este tiempo de gracia, escuchemos el Evangelio:

Del santo Evangelio según SAN LUCAS 8, 1-11

Jesús se dirigió al Monte de los Olivos. Y por la mañana temprano fue otra vez al templo, y todo el pueblo se reunió junto a él; él se sentó y se puso a enseñarles. 

Entonces los escribas y los fariseos le llevaron una mujer que 
habían sorprendido cometiendo adulterio, la colocaron en medio y 
le dijeron a Jesús: 

«Maestro, a esta mujer la sorprendimos en el momento mismo de cometer adulterio. Y en la Ley nos mandó Moisés que a esas personas hay que darles muerte apedreándolas. ¿Tú qué dices?» 

Esto lo decían para ponerlo en dificultades y tener de qué 
acusarlo. Pero Jesús se inclinó y empezó a escribir con el dedo en el suelo. 

Como ellos siguieron insistiendo con la pregunta, él se levantó y les dijo: «¡El que no tenga pecado, que le tire la primera piedra’» y se volvió a inclinar y siguió escribiendo en el suelo. Ellos, al oír  esto, se fueron retirando uno por uno, comenzando por los más viejos; y quedó solo Jesús, con la mujer, que seguía allí delante. 

Entonces se incorporó y le preguntó: «Mujer, ¿dónde están? 

¿Nadie te condenó?»  Ella respondió: «Nadie, Señor.»  Jesús le dijo: «Pues tampoco yo te condeno. Vete, y de ahora en  adelante no peques más.» 

Palabra del Señor.

Transcripción de La Voz del Pastor 7 de abril de 2019

Nos encontramos con uno de los textos más hermosos del Evangelio de san Juan, al Señor Jesucristo lo quieren sorprender los fariseos, trayéndole una mujer sorprendida en adulterio, según la ley de Moisés toda adúltera debía ser muerta a pedradas, debía ser lapidada, era una de las muertes más horribles, recibir piedra hasta que se fallece esa era verdaderamente una crueldad terrible, pero más allá era un sentido brutal de que el pecado tenía que ser castigado, y hasta las últimas consecuencias, el pecador merecía la

Muerte.

 ¿Cuál es la respuesta del señor Jesús? el sencillamente nos hace tomar conciencia a través de toda la gente que

los rodeaba, de que todos somos pecadores y que por lo tanto no podemos condenar nos los unos a los otros, el que esté sin pecado que tire la primera piedra.

 Nosotros fácilmente nos levantamos como los fariseos a acusar, a condenar, ya decir es digno de muerte, en Colombia así que lo hacemos permanentemente porque hay muertes todos los días, en cambio el Señor nos invita a que tomemos conciencia de que todos somos pecadores y por lo tanto tenemos que perdonarnos los unos a los otros, así como dios nuestro padre nos perdonan, Dios nos perdona a todos, si acudimos a él de corazón, y yo creo que precisamente en este quinto domingo de cuaresma, estamos todos invitados de una manera muy especial a tomar conciencia de que somos pecadores y que merecemos acercarnos al Señor para cambiar nuestra vida para recibir la misericordia infinita que él nos da.

 Somos pecadores, no nos creamos los únicos justos los únicos buenos, no condenemos a los demás, nos condenemos a los demás, aprendamos a considerarnos a nosotros lo que somos pecadores, necesitados de la misericordia infinita de Dios, y

aprendamos por lo tanto a tener misericordia de los demás, a no levantar el dedo para juzgar y para condenar, en Colombia’ eso sí que es fácil hacerlo, porque desafortunadamente con mucha frecuencia y mucha facilidad le ponemos una plaquita a las personas, criminal, guerrillero, narcotraficante, ladrón, corrupto y los rechazamos, y los mandamos al infierno.

 No, nuestra actitud tiene que ser una actitud de respeto, es cierto que todos tenemos que convertirnos todos tenemos que cambiar, el corrupto, el ladrón, el adúltero, tiene que cambiar, pero nosotros no estamos autorizados para señalarlo y condenarlo, ¿qué tenemos que hacer? orar los unos por los otros orar los unos por los otros para que seamos capaces todos de alcanzar la misericordia del Señor, que ese país salga del crimen, de ese crimen permanente en todas las formas, ese crimen que se que se cala que cala pero por todas partes en la vida de la familia, en la empresa, en la oficina ,en el de la calle, ese crimen que nos está asfixiando que nos está matando en Colombia, que seamos capaces todos de reconocer los criminales necesitados de perdón y no juzgar a los criminales sino pedir al Señor que tenga misericordia de ellos, y hay una justicia humana que es la encargada de condenar y de llevar a la cárcel si es el caso, nosotros no tenemos por qué condenar, nosotros no tenemos porqué señalar a nadie y rechazar, que este Evangelio nos lleve a todos a tener entrañas de misericordia como las tiene el Señor con nosotros.

La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo, y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre, Amén.

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