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Los firuletes de la iglesia de San Pedro Telmo

por Horacio Espinosa
placa iglesia san telmo

Yo no quería entrar a este templo en Buenos Aires. Sin embargo, la visita terminó siendo un gran regalo para mi corazón.

Según la Real Academia Española la palabra firulete proviene del gallego «ferolete», cuyo significado es “pequeña flor”. Se cree que ello deriva a su vez de “florete”, que en español antiguo era el diminutivo de flor. En el plano artístico, el término refiere a adornos que rodean o recuadran alguna imagen. Se trata de conjuntos de líneas curvas pintadas caprichosamente (el arabesco criollo) y muy utilizadas en el arte popular llamado  “fileteado o firuleteado” (el arte de dibujar y pintar líneas finas que parecen hilos).

También se denomina “firulete” a un tipo de movimiento que una pareja ejecuta en el baile del tango y de ahí el nombre del famoso tema compuesto por el maestro Mariano Mores. Asimismo, en un partido de fútbol relatado en Argentina o Uruguay puede escucharse que antes de una finta de algún jugador se diga “mirá el firulete que se mandó”.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver todo esto con la Iglesia? En verdad, yo desconocía la relación entre el firulete como elemento decorativo y los templos. Nunca lo había visto en una iglesia hasta que entré a la de San Pedro Telmo en el barrio porteño que lleva el nombre de ese religioso. Si bien muchas veces había pasado frente a la parroquia, que en realidad se llama Nuestra Señora de Belén, nunca había ingresado.

Un poco de historia

La edificación empezó en 1734 por iniciativa de jesuitas. En 1767, debido a la expulsión de la Orden de la Compañía de Jesús, el conjunto de edificios conocido como «La Residencia» (iglesia, escuela y casa de ejercicios), pasó a ser administrado por el Estado. El templo quedó inconcluso hasta que en 1795 el solar fue ocupado por la Orden de los Betlemitas, dedicados a asistir a pobres y enfermos que terminó los trabajos. Fue inaugurado en 1876 y se le impuso el nombre en honor a la Virgen.

Dado que la parroquia tiene aún gran parte de la construcción original, es una de las más antiguas de la ciudad de Buenos Aires. Aunque ese detalle quedó en el olvido durante mucho tiempo, en el año 2005 el templo reabrió al público uno de los claustros originales. Allí se exponen diversos objetos pertenecientes a las etapas que vivió la iglesia, como una silla de cuero que utilizaron los jesuitas entre 1734 y 1767; una mesa de mármol que los padres betlemitas usaron para operar heridos durante las invasiones inglesas; y un púlpito donado por el prócer argentino Manuel Belgrano en 1805.

Un dato curioso es que “San Pedro Telmo” o “San Pedro González Telmo”, según dichos de un historiador, no era “ni Santo ni Telmo”, lo cual es verdad. El verdadero nombre del fraile dominico patrono de la parroquia es Pedro González, “alias” San Telmo.

La confusión tiene que ver con inmigrantes italianos que vivían en la zona de la parroquia y provenían de los alrededores de Formia (una pequeña localidad italiana al norte de Nápoles), cuyo patrono era San Erasmo, protector de los pescadores. Al ver las virtudes de Pedro González y emparentarlas con la de San Erasmo (Sant- Elmo, en dialecto local), comenzaron a llamarlo Sant Elmo, Pedro Sant Elmo. Con los años y el boca a boca, el apodo devino en San Pedro Telmo.

Altar de la iglesia Nuestra Señora de Belén

La visita

Una tarde caminábamos con mi esposa por el histórico barrio de San Telmo en Buenos Aires.

Recorríamos la feria de artesanos y casi finalizando la misma llegamos al templo, mi esposa quiso entrar y sinceramente yo no tenía muchas ganas porque “era una iglesia más”. Pero me deje llevar, abrí mi corazón, como digo muchas veces, e ingresé.

Lo primero que vi es una imagen del Santo Padre con “firuletes” al rededor. Hasta donde sé, esa unión del firulete y el arte sacro no se repite en ninguna otra parte, dado que este arte es más bien “arrabalero”, es decir, de guapos.

Caminando por la parroquia fui advirtiendo que en ese lugar, algo pobre y con poco mantenimiento, se percibe la misericordia del Señor. Pude leer cartelerías donde con mucha consideración se les pide a las personas sin hogar que tengan respeto por la casa de Dios, pero es claro que se les permite quedar refugiadas allí. A partir de esos detalles, sentí que ese templo era realmente una “Casa de Dios”, una “Casa de todos”.

Continuando el recorrido vi que además de firuletes en el cuadro del Papa, había también en otras imágenes. Por caso, en las de San Juan Pablo II, de San Francisco de Asís, de Nuestra Señora de Guadalupe y de Nuestra Señora de Coromoto (Patrona de Venezuela).

Rezamos un rato bajo la imagen de Nuestra Señora de Belén, situación que me hizo recordar nuestra oración a los pies de la imagen de Mamá María en su casa natal en Tierra Santa.

Agradezco una vez más a María por recordarme que abriendo las puertas a Dios uno se siente más feliz y recibe este tipo de gracias, gracias que son para todos. Sólo tenemos que caminar con los ojos, los oídos y sobre todo el corazón bien abierto. Yo no quería entrar a este templo y la visita terminó siendo un gran regalo sorpresa para mi alma.

Tips de Viajero

  • La dirección de la Iglesia es Humberto 1º 340.
  • San Telmo fue el “barrio de ricos” de Buenos Aires antes de la epidemia de Fiebre Amarilla en 1870. Por ese pasado, hay fachadas de muchos palacios dignas de ver.
  • Los domingos hay feria de artesanos, se presentan objetos con muy buenas terminaciones y originales.
  • En la Plaza Dorrego hay espectáculos callejeros de danza de tango y música muy típicos de Buenos Aires.
  • Por la calle Defensa hay muchas casas de antigüedades.
  • No dejen de pasar por el Mercado de San Telmo (calle Bolívar 970), a escasos 300 metros de la plaza Dorrego y un poco más de la Iglesia de San Pedro Telmo. Allí hay muchas opciones gastronómicas vernáculas, pero les recomiendo “Je suis Raclete”, un lugar suizo increíble.
  • Busquen el Paseo de la Historieta en el barrio de San Telmo.
  • Esta parroquia está a poco mas de 1 km de la Casa de Ejercicios Espirituales María Antonia de San José Oliva fundada hace 240 años.

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2 comentarios

Mirta Biondi mayo 3, 2019 - 12:28 pm

En esta Iglesia de San Perdo Telmo están las Sibilas . Pintura cuzqueña , digna de ver. Son 12 figuras femeninas, ubicadas en la Sacristía y restauradas en el 2005 por especialistas de la UNSAM y el patrocinio de la Fundación .Antorchas. Imperdibles. una joya..Las profetisas de la antigüedad clásica tienen junto a sí un óvalo de flores en el que se se muestra un episodio de la vida de Jesús .

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Elsa Ana Mkauc mayo 5, 2019 - 8:08 am

Gracias Sr.Espinosa por darme la oportunidad de conocer iglesias y lugares que solo escuche, pero, no sabia nada al respecto. Ud sabe como hacerlo!! graciassss

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