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Mateo 12,46-50

por Pbro. Luis A. Zazano
Mateo-12,46-50

Evangelio según San Mateo 12,46-50.

Todavía estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con él.
Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte».
Jesús le respondió: «¿Quién es mí madre y quiénes son mis hermanos?».
Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: «Estos son mi madre y mis hermanos.
Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre».

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Mis hermanos.

1) Te buscan: El ser un cristiano con todas las letras no significa ser un perfectito, ni tampoco es aquella persona que no cometió errores en su vida. Ser cristiano es alguien que tuvo un encuentro con Cristo. Es por ello que iniciamos el proceso de encuentro, ¡sí! Es empezar el trabajo de encontrarlo y dialogar con él o de reencontrarse y volver a un diálogo con él como capaz que antes lo tenías. Salí de vos y búscalo, deja esas tantas preocupaciones y responsabilidades que te atormentan y volve a tomarte el tiempo de encontrarte con el Señor.

2) Mis hermanos: Ese diálogo y ese encuentro con el Señor lleva a un paso más, el buscar cumplir la voluntad de Dios. Porque nosotros no hacemos proselitismo, no buscamos integrar a un club, somos un estilo de vida. Somos una Iglesia que camina como comunidad y como familia. Tenemos millones de errores y también hemos abierto heridas en esta sociedad, y nos hacemos cargo. Pero vos y yo tenemos que asumir que somos uno, caminamos juntos y mi aporte a la sociedad es ser yo, lo que soy y buscando lo que Dios quiere que sea.¿Vos tenés en claro qué es lo que Dios quiere de vos?

3) Su voluntad: Este proceso de discernir es un camino que no es de un solo andar; es ir despacio, ESCUCHANDO lo que Dios te pide (como lo hizo María); ASUMIENDO lo que Dios te pide (como lo hizo María); y CONFIANDO EN SUS FUERZAS como lo hizo María.

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