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Iglesia de la Merced, en Lima

por Horacio Espinosa
Iglesia de la Merced - lima

Si en muchos templos uno ve gente que se acerca sólo para apreciar bellos arcos y molduras, la iglesia de la Merced en Lima no es el caso. Tras visitarla, me quedó la sensación de que los peregrinos verdaderamente van allí a encontrarse con Dios.

Se trata de un templo ubicado en el casco histórico de la ciudad que, como la iglesia de Santo Domingo y la basílica de San Francisco de Asís, fue destrozado por terremotos y debió reconstruirse más de una vez. Está dedicado a la Virgen de la Merced, advocación que surgió en España a principios del 1200 y se venera en América desde tiempos coloniales.

La historia del templo

Tan antiguos como la capital peruana son el convento y el templo de La Merced. Según crónicas históricas, antes que el fundador de Lima, Franscisco Pizarro, se instalara allí en 1535, la orden de los mercedarios ya catequizaba a los pueblos del lugar.

El 13 de abril de 1534, el capitán Francisco de Becerra hizo donación de un solar y de seis mil pesos al Convento de la Natividad de Nuestra Señora, que más tarde recibió el nombre de Convento de la Madre de Dios de la Merced. En la Cripta del preparatorio, al lado de la sacristía, están las tumbas del famoso donante y de su esposa.

El primer templo fue de madera y el segundo es el actual de adobe y ladrillo. Su portada barroca fue labrada en 1591 por Cristóbal Gómez.

El edificio definitivo se levantó en 1687, contiene en su interior un altar mayor con la imagen de la Virgen de la Merced y una talla de San Miguel Arcángel. Asimismo, allí se encuentra la capilla de fray Pedro Urraca y la tosca cruz de madera que, según los relatos, usó para huir del demonio.

Después del terremoto de 1746, la iglesia fue parcialmente restaurada. En esa época también se reconstruyó el frente, que posee columnas salomónicas y  es considerada una reliquia histórica y artística de gran calidad estética.

La puerta de ingreso está finamente tallada en tres cuerpos, se construyó utilizando piedras grises y rosadas, una combinación que no se encuentra en otros templos limeños.

La única torre, iniciada en 1539, debía ser más alta pero fue rebajada a raíz del terremoto del 20 de octubre de 1687. Fue fabricada en una calidad especial de granito originario de Panamá que llegó en galeones que se acercaban a la Ciudad de los Reyes a cargar minerales en el Callao como lastre para favorecer su equilibrio.

El lugar

La fachada es de estilo barroco churrigueresco limeño y en su parte central la imagen de la Virgen de las Mercedes aparece en una hornacina.

En el interior, los retablos de diversos estilos con esculturas y pinturas son considerados joyas del arte virreinal.

El altar mayor es menos recargado que los demás, aunque está completamente dorado al fuego. En la parte central se destaca Nuestra Señora de la Merced, imagen que desde 1615 fue invocada como celestial protectora de la ciudad. En 1730 el Cabildo Civil la nombró «patrona de los campos de Lima», por su intercesión contra la esterilidad de las tierras, y en 1823 fue declarada patrona de las Armas del Perú por el Congreso Constituyente.

La Virgen porta en sus manos los grilletes y el escapulario de su Orden, un cetro de oro, las más altas condecoraciones militares, así como otras distinciones que demuestran gran devoción hacia María. Esta figura es sacada en procesión cada 24 de septiembre, escoltada y llevada en andas de plata por los cadetes de las Fuerzas Armadas y numeroso público.

El altar del Santo Cristo del Auxilio guarda la leyenda de las conversaciones de este Cristo con el padre Urraca. Dicen que en una ocasión, su hermano Sebastián de la Cruz y Ayala, que se encargaba de atender su culto, vio cómo Jesús desclavaba su mano y le daba una bendición.

Al pie del altar de la comunión están enterrados los restos del padre Urraca. Ante la Cruz donde hacía penitencia, ubicada a la entrada del templo, desde hace tres siglos la gente se arrodilla con fervor religioso para suplicar milagros. Allí se lee: «En este lugar y debajo de la tierra reposa el cadáver del siervo de Dios Fray Pedro Urraca de la Santísima Trinidad». Su causa de beatificación se inició en Roma el 29 de abril de 1682. Sus virtudes heroicas fueron proclamadas el 31 de enero de 1981 y fue declarado Venerable por el entonces Papa Juan Pablo II.

Fray Pedro Urraca nació en España, en 1583. A los 19 años llegó a Lima por puro designio de Dios y decidió su vocación. Cuentan que la nave en la que viajaba estuvo a punto de naufragar debido a una gran tormenta que puso en peligro a los tripulantes. Pedro ofreció su vida a la Virgen si lograba salvarse y de pronto el mar se serenó y el barco continuó viaje a Quito con toda tranquilidad. En tal ciudad inició el venerable fray su noviciado y luego lo enviaron al Perú. Durante su vida usó cilicio y cadenas de hierro sobre el cuerpo para hacer penitencia. Al cabo de treinta años se le incrustaron púas en la carne produciéndole llagas profundas y el médico se las retiró por orden del confesor.

Después de muchos años Pedro volvió a España y llegó a ser director espiritual de la Reina Isabel de Borbón. Aunque le pidieron que se quedara en la Corte, él prefirió regresar a Lima, donde murió el 7 de agosto de 1657 a los 74 años.

La visita

Puede que peregrinar por muchos templos en poco tiempo resulte confuso y hasta algo agotador, pero si el camino se hace con fe, la experiencia es pura bendición. Mi paso por esta iglesia fue especialmente linda, dado que llegué a la hora de la Coronilla de la Divina Misericordia y había un grupo de personas rezando junto a imágenes de Jesús Misericordioso y Santa Faustina Kowalska.

Realmente me conmovió ver tanta gente reunida orando con fervor la Coronilla en un día laboral. La escena me recordó que la misericordia del Señor es infinita y que Él siempre está a la espera de nuestras plegarias. Muchas veces he escuchado decir que Latinoamérica es el reservorio de la Fe Católica; dentro de Latinoamérica, creo que Perú es el corazón de ese reservorio. 

Ingresé a la iglesia por la entrada del costado y descubrí que allí me esperaba una imagen del Nazareno que parecía estar diciendo: “Mirame, estoy acá, llegaste a mi casa.”

Poco después, caminé por la nave principal y comencé a recorrer los altares laterales, en donde me encontré con el Niño Jesús de Praga, quien me viene acompañando mucho durante este año. Seguí por el mismo sector y aparecieron las imágenes de Jesús Misericordioso y Santa Faustina. No eran lujosas como muchas de las otras, eran simples ploteos, pero esa simpleza me llenó más que la fastuosidad del resto.

Esta visita fue sencilla, pero muy significativa: Dios fue inspiró mi futura peregrinación. Pienso que el Señor me está llevando a determinados lugares por algún motivo que aún no logro desentrañar, pero confío en que ya lo entenderé. Por ahora me dejo guiar y les sugiero que hagan lo mismo, ya que Él nunca nos llevará por el camino equivocado. Más bien, tengamos la certeza de que aunque haya tormenta, Él calmara las aguas, como decía San Agustín: “No te pido que me saques de la tormenta, sino que seas mi piloto”.

Tips de Viajero

  • Horario: 10:00 a 12:00 horas y de 16:00 a 19:00 horas.
  • La iglesia de Nuestra Señora de la Merced se encuentra en el cruce de la cuadra 6 del Jirón de la Unión (calle La Merced) con la primera cuadra del Jirón Santa Rosa (calle Jesús Nazareno), en el centro histórico de Lima.
  • Entre las 15.00 y las 16.00 horas rezan la Coronilla de la Misericordia, se puede ingresar al templo antes del horario de apertura sólo para este rezo.

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