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La llegada del reino de Dios

por Card. Rubén Salazar Gómez
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Nosotros sabemos que el año litúrgico termina con el último Domingo del tiempo ordinario, que será dentro de 8 días, y por lo tanto vamos acercándonos a ese final para iniciar un nuevo año litúrgico con el  Adviento, por eso es importante el que nosotros tomemos conciencia como la liturgia nos va llevando a considerar que también de alguna manera el final del año litúrgico nos abre un poco el sentido del final de la historia, del final del mundo, escuchamos con atención:

Del santo Evangelio según SAN LUCAS 21,5-19

Encontrándose Jesús en Jerusalén, algunos le ponderaron lo hermosas que eran las piedras del templo y las ofrendas votivas que lo adornaban. 
Él entonces les dijo: «Llegará el día en que todo eso que ven será destruido: no quedará piedra sobre piedra.» 
Entonces le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo será eso? ¿Y cuál será la señal para saber que ya va a suceder?» Y él dijo: 
«[Cuidado con dejarse engañar! 
Porque muchos se presentarán usurpando mi nombre, y diciendo que son el Mesías 
y que el último plazo está cumplido. 
No se vayan detrás de ellos. 
Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, no se alarmen. 
Esto tiene que suceder primero, pero el final no llegará inmediatamente.»  y añadió: 
«Se alzarán naciones contra naciones, reinos contra reinos; habrá grandes terremotos, hambre y epidemias en diversos lugares; sucederán cosas terribles 
y el cielo hará ver grandes presagios. 
Pero antes de todo eso, los arrestarán y perseguirán, 
los entregarán a las sinagogas y los meterán en la cárcel, y por mi causa los llevarán a la fuerza ante reyes y gobernadores. 
Esto les servirá para dar testimonio. Hagan propósito de no preocuparse por saber cómo se van a defender, porque yo les daré palabras y sabiduría,  a las que no podrá resistir ni contradecir ningún adversario. 
Hasta sus padres, hermanos, parientes y amigos los traicionarán, y matarán a algunos de ustedes. 
Todos los odiarán por causa mía; pero no perderán ni un pelo de la cabeza. Sufriendo con entereza se salvarán.» 
Palabra del Señor. 

Transcripción de La Voz del Pastor del 18 de noviembre de 2019

Estos textos que vamos a leer hoy y dentro de 8 días no son fáciles de entender, es lo que hemos llamado el discurso escatológico del Señor Jesucristo, es decir cuando el Señor ya al final de su ministerio empieza a hablarnos del final del mundo, de la llegada definitiva del reino de Dios, y lógicamente que se habla de cómo este mundo en el cual nosotros vivimos, también va a desaparecer.

 Yo creo que hoy tenemos un elemento que no teníamos antes con toda claridad para poder comprender esto, se sabe en el gran problema que estamos viviendo con la ecología sabemos que estamos contaminando el mundo, que si seguimos contaminando lo como se está contaminando en este momento va a llegar un momento en que el mundo no va a ser viable, en que no vamos a poder vivir en el mundo, es decir que nos acercamos de alguna manera al fin del mundo.

 Es decir hemos tomado conciencia últimamente de que el mundo no es eterno, de que el mundo no es definitivo, de que esta tierra pasará de alguna manera tarde, o temprano pero pasará, pues bien eso es lo que nos quiere decir el Señor en el Evangelio, este mundo esta tierra no es lo definitivito, y para mí como persona humana ni para en la humanidad como tal para la humanidad como el conjunto de todos los seres humanos, llegará un momento en el cual el mundo cambiará definitivamente y entraremos en una nueva era.

 Así hace 8 días yo les explicaba lo que significaba la resurrección de los muertos, es decir como dice pasar de las limitaciones de esa vida a la plenitud de la vida en Dios, un poco lo mismo tenemos que pensar acerca del mundo pasar a este mundo con todas sus inquietudes, con todas sus dificultades, con todas sus limitaciones, con todas sus contaminaciones, y llegar a un mundo diferente ¿como será? no tenemos idea san Pedro nos dice que será un mundo en el que reine la justicia y la paz, Dios quiera que así sea, Dios quiera que ese mundo nuevo sea el mundo en el cual todos los seres humanos seamos capaces de vivir en la justicia y la paz, pero para ello tenemos que trabajar desde ahora es decir todos los días tenemos que esforzarnos por que nuestra vida sea una vida más responsable, sea una vida más capaz de servir, a los demás sea una vida en la cual todos los días contribuyamos a que el mundo sea mejor un mundo, en el que haya fraternidad solidaridad en que haya justicia, en que podamos verdaderamente vivir en paz como hermanos.

 Ese mundo futuro tenemos que anticipar lo de alguna manera acá, así como nuestra vida futura tenemos que anticipar la a esta vida nuestra viviendo en el amor.

 Que el Señor nos conceda la gracia de caminar siempre con esa conciencia de que nos vamos acercando a la plenitud en Dios, y que podamos nosotros vivir todos los días una anticipación verdadera de esa plenitud, con una vida de amor, de servicio con una vida de instrumentos de paz y de misericordia.

 La bendición de Dios todopoderoso, padre hijo, y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre, Amén.

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