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La Sagrada Familia

por Editor mdc
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Estamos celebrando hoy la fiesta de la Sagrada Familia, en el Domingo entre la Navidad y el año nuevo, la Iglesia quiere que nosotros contemplemos como el hijo eterno de Dios se hizo hombre en el seno de una familia, escuchemos con atención, la palabra del Señor:

Evangelio según San Mateo  2, 13 -15.19-23

CUANDO se retiraron los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes  va a bus- car al niño para matarlo». 

José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta:

 «De Egipto llamé a mi hijo». Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y vuelve a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño».

 Se levantó, tomó al niño y a su madre y volvió a  la  tierra de Israel. Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes tuvo miedo de ir allá. 

Y avisado en sueños se retiró a Galilea y se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo dicho por me­ dio de los profetas, que se llamaría nazareno.

Palabra de Dios

Transcipción de La Voz del Pastor del 29 de diciembre de 2019

La familia, hoy en día es muy común escuchar la familia está en crisis, la familia se está rompiendo, se está acabando, incluso se escucha cada vez más decir que los jóvenes no quieren casarse, que los jóvenes no quieren tener hijos, que los jóvenes no necesitan familia, sino que están cada uno tratando de vivir solos para el resto de su vida.

Esto es cierto, esto es cierto, estamos viviendo un momento difícil en que la estructura familiar que es como una estructura de la célula misma, de la vida de la sociedad de la vida de la Iglesia está verdaderamente transformándose, cambiándose, no sabemos qué va a pasar no sabemos qué va a suceder en unos pocos años pero lo que sí podemos nosotros tener cierto es que hoy tenemos que vivir también la realidad de la familia.

 La vida matrimonial sigue siendo válida, sigue siendo valida, no es posible que sustituyamos el amor fiel constante permanente que une a un varón ya una mujer, para toda su vida con encuentros ocasionales con situaciones pasajeras, no es posible hay una perdida fundamental de una dimensión esencial de la vida del ser humano, no es posible también imaginar que no tengamos hijos no no es que la creación hay que cuidar la creación y los seres humanos destruyen la creación, no pero es que la creación sin el ser humano no tiene sentido, ¿que sería una creación cuando haya desaparecido la humanidad?, ¿para que la creación?

 Tenemos una necesidad de que los jóvenes den hijos, también a la sociedad hijos bien tenidos, hijos que encuentren en su hogar toda la alegría y todo el amor que necesitan para crecer sanos, física, psíquica y espiritualmente, necesitamos que sigamos adelante con la tarea fundamental de la familia, no podemos pensar que la familia sea una institución obsoleta que ya no deba existir, no, ahí tenemos que aferrarnos a algo que si lo perdemos estaríamos perdiendo algo que nos es fundamental es esencialmente vital, para nuestra existencia, por eso defendamos la familia, por eso cultivemos en los jóvenes el sentido del amor para siempre en el matrimonio, cultivemos en los jóvenes el deseo de ser padres, de traer al mundo hijos que puedan ser cuidados, educados y llevados verdaderamente al pleno desarrollo de su personalidad, vale la pena, vale la pena, y yo creo que desde eso estoy absolutamente convencido por mi experiencia ya de tantos tantos años que si hay una verdadera familia, un núcleo familiar, en donde verdaderamente reine el amor la comprensión el respeto y todos vayan los unos por los otros solidariamente, los seres humanos son felices.

 Tenemos que no perder esta fuente de felicidad y de realización para todos y cada uno, vivamos íntimamente y profundamente, la alegría de la familia, en esto el Señor nos ayuda ayuda, el ejemplo de María José y el niño, él nos da el ejemplo de una familia.

 La bendición de Dios todopoderoso, Padre Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanece para siempre, Amén.

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1 comentario

Orlando Coré Fernández diciembre 29, 2019 - 1:51 pm

Qué poco convencional y tradicionalista al estilo del mundo es Dios que se hizo hombre en una familia como la Santa Familia de Nazaret. Los puritanos de entonces los habrían lapidado de haber sospechado la verdad. Como los puritanos de hoy que se escandalizan de que en el Pontificado de Francisco se siga reconociendo el matrimonio entre hombre y mujer dentro de la Iglesia pero también se respete aceptando las uniones civiles con sus variantes.

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