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Marcos 3,7-12

por Pbro. Luis A. Zazano
Marcos 3,7-12

Evangelio según San Marcos 3,7-12.

Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente de Galilea.
Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón.
Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo apretujara.
Porque, como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre él para tocarlo.
Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: «¡Tú eres el Hijo de Dios!».
Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto.


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Buscar a Dios

1)Se retiró: Qué importante que vos tomes tu tiempo de distanciarte de esa realidad constante que te toca. El trabajo de ser un poco más contemplativo, aprender a contemplar tu vida y la creación. Aunque sea sentarte un ratito y escuchar a los pájaros, el sentarte y mirar el cielo por un rato… ponerte a la orilla de tu vida y poder ver lo que venís haciendo y también ver lo que venís haciendo mal y lo que venís haciendo bien. Si estás en tiempo de vacaciones sería bueno que contemples un poco todo lo que tienes, cuántas cosas han pasado por tu vida y aún no te detuviste a mirarlas…

2)La gente: Cuántos hoy están necesitados de Jesús y cómo lo buscan. Hay personas que necesitan de Jesús, pero hoy somos vos y yo que debemos llevarlos a Jesús. La necesidad de Dios en nuestra gente está. También está la desilusión y la falta de credibilidad a nuestra iglesia. Hoy comúnmente se dice «Dios sí, Iglesia no». Tenemos que reconocer que nuestra falta de testimonio golpeó mucho a mucha gente. Para qué decirte el tema de la pedofilia (y eso que somos la única institución que dimos la cara y presentamos soluciones, como la tolerancia 0) todo esto ha golpeado mucho a los que queremos mostrar a Jesús. Pero hoy, siguen buscando a Jesús, respiremos hondo y laburemos…

3)Curar: Es tarea tuya y mía curar, aliviar. Somos hombres y mujeres de Dios. Y no es necesario que seas cura o monja para que trabajes en su reino. Vos tenés algo divino y lo tenés que profundizar. No dejes que nadie opaque eso hermoso de Dios que tenés. Vos tenés vida y tenés un objetivo: ser feliz. No dejes de llevar a Dios con vos en tus días, que Dios en tus días va con vos.

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Un año con Jesús

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