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«Tiempos difíciles, tiempos de santos»

por Editor mdc
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El sacerdote Luis Zazano, Magister en Liturgia, sacerdote de la diócesis de Tucumán Argentina y Director de Misioneros Digitales Católicos, comparte en Portaluz sus certezas espirituales sobre el querer de Dios en este tiempo de crisis global.

El Covid 19 sigue causando la muerte de miles en el mundo y violentando la vida cotidiana de toda la humanidad.

 Son muchas las interrogantes científicas aún sin respuesta y ante esta experiencia de extrema fragilidad, compartida por todo el género humano, se abre espacio para el sentido trascendente, se hace inevitable la certeza de lo transitorio, del dolor, de la muerte.

 El creyente sabe -aunque no siempre lo vive-, que Dios existe, que lo espiritual, que el tránsito a lo eterno del alma -infierno, purgatorio, cielo- es una realidad indiscutible.

 En este contexto de certeza Portaluz ofrece la siguiente entrevista con el sacerdote Luis Zazano.

-En esta situación de pandemia global que padecemos, millones de personas unidas al Papa Francisco están clamando a Dios para que nos libre del Covid 19. Dios parece guardar silencio. ¿Cómo entender esto?

-Más que silencio de Dios, es una manera de hablar de Dios. Porque creo que ahora se ha dado algo que no se venía dando desde hace mucho tiempo en muchos hogares, que es el encuentro. Obviamente el Coronavirus es una tragedia, pero también saco algunas luces…  La mano de Dios en este momento, a través de gente solidaria que -por ejemplo- hacen barbijos (mascarillas) para regalar; he visto gente que está compartiendo con sus hijos y los mira a los ojos. Porque tienen que estar encerrados en casa y no hay otra cosa que hacer que compartir en familia. La convivencia que es algo estaba faltando en nuestra sociedad, en esta cultura. Esta situación de estar acelerados y hoy ver calles que están vacías, cuando todos los días para salir a trabajar tenías un aglomeramiento de autos… con insultos, con nerviosismo. Hoy vemos una sociedad, una humanidad preocupada. Creo que hoy se ve la mano de Dios en esta humanización que está ocurriendo en estos días. No hay un silencio de Dios, sino que es un hablar distinto de Dios.

-Atendiendo el mensaje de la Virgen en Fátima ¿Puede ser esta una ocasión para ofrecer sufrimientos como lo hicieron los pastorcitos?

-Ya lo decía un santo: Tiempos difíciles, tiempos de santos. Creo que es un tiempo para santificarnos, de purificarnos (…) Creo que hoy estamos pasando esto para también detenernos, estar quietos; de alguna manera también para recordar lo que decía María: nos promete ser feliz en el cielo. Entonces, yo creo que ahora es tiempo de luchar, no tomarlo como un sacrificio; o tomarlo como sacrificio, pero en términos de su palabra: sa-cri-fa-cere, hacer algo sagrado.  Seremos recordados en la historia, por haber puesto hombro con hombro y mostrado un camino distinto como humanos; donde una sociedad que esta golpeada pueda descubrir la mano de Dios, la mano de María en todo esto. Estoy seguro que María, esa mano maternal, se va a mostrar y se muestra ya de una manera distinta.

-Hoy, muchas personas creyentes tienen dudas, temor. ¿Cómo afrontar esta crisis del alma?

-Ayer me tocó una persona que me decía esto: “¿Será que tengo poca fe?” Creo que está sintiendo, al igual que María en la Anunciación, miedo. El Ángel en el Evangelio dice: “No temas María”. Él sabía que ella tenía miedo. Bueno, hoy más que una falta de fe o poca fe, lo que habita en muchas personas es el miedo. Entonces es volver a esto: no tengas miedo, porque Dios hace nuevas todas las cosas; y si hacemos un análisis de la historia, en los momentos más difíciles surgieron los grandes santos. Cuando parecía que la Iglesia iba a caer, después de que Jesús resucita y va a los cielos, aparece San Pablo y vuelve a recordar que no hay que tener miedo, pues la fe es la que nos salva. Después cuando de nuevo parece que la iglesia caía, aparece un San Benito de Nursia, ora et labora y la vida contemplativa. Cuando parece que la iglesia y el mundo se caían aparece un San Francisco de Asís y un Santo Domingo de Guzmán quienes nos muestran y marcan que la fe con obras es la clave. Cuando parecía que la iglesia iba a caer porque la sociedad estaba dividida y hasta incluso la iglesia estaba llena de corrupción, aparecen los grandes místicos: Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, San Ignacio de Loyola volviendo a mostrar que la clave es creer y abandonarse en las manos de Dios, el abandono. Y cuando parece que la iglesia y la sociedad iban a caer después de la revolución francesa, aparece un San Juan Bosco mostrando la educación como clave para crecer en la santidad. Y así podría seguir nombrando a Padre Pio, San José María y tantos otros santos. Entonces, vuelvo a repetir: tiempos difíciles, tiempos de santos. Hoy es el tiempo de luchar porque valiente no es aquel que actúa sin miedo, sino que valiente es aquel que actúa con el miedo.

-Hace algún tiempo un niño le preguntó al Papa Francisco si su padre, que era ateo y había muerto, llegó al cielo… Hay personas que en estos días están perdiendo seres queridos a causa del Covid 19 y pudieren tener la misma inquietud ¿Qué les puede decir?

Que si, que hoy estamos rezando como sociedad, hoy han crecido tanto las misas on line, le estamos pidiendo todos los días por tanta gente fallecida por esta tragedia. Dios perdona todo corazón arrepentido. Tengo puesta mi fe en que esas personas con mi oración, con tu oración, están siendo acompañadas y salvadas en la presencia de Dios.

-Si yo estuviese con el Covid 19, tengo pecados mortales y no puedo confesarme con un sacerdote, ¿Dios me perdonará?

-Hay un elemento clave o una regla clave dentro de la iglesia que dice: Dios perdona todo corazón arrepentido. Entonces creo que aquí está la clave: Dios perdona todo corazón arrepentido y en tiempos de crisis el Señor ilumina todo corazón. Así que en este punto debo decirte que, si hoy estás arrepentida de corazón, estás totalmente perdonada en la presencia de Dios. Incluso el mismo Papa lo dejo en claro en estos días en una misa, en donde el marcaba claramente al decir: ‘Toda persona que no pueda ir hoy a confesarse y necesite de la confesión contará con esto de hacer un acto de contrición pidiendo perdón de todo corazón y el Señor lo perdonará. Cuando llegue el momento y todo se calme, ahí podría dirigirse al sacerdote para que le dé esa absolución. Pero hoy Dios perdona a ese corazón’.

-Padre ¿Qué cree Jesús quiere de nosotros en este momento?

-Humm… bueno, ¡qué pregunta! La verdad es para analizarla. Jesús quiere que volvamos la mirada a Él, que bajemos unos cambios, que empecemos a calmarnos un poco como sociedad y volvamos la mirada a su corazón. Creo hoy es el momento de recordar que nosotros no somos todopoderosos y así como creíamos controlarlo todo tranquilamente desde el tiempo, los momentos, la agenda. Hoy Jesús nos muestra que de un día para el otro todo se nos puede cambiar.

-¿Esta crisis por el Covid 19 le parece una señal del final de los tiempos?

-No. Creo es una señal donde se nos muestra que el hombre no es todopoderoso. En el mundo donde estamos viviendo la gran tecnología, el siglo de la tecnología, el siglo del celular porque hoy todo lo manejamos con el celular; es el signo donde se nos muestra que no todo lo podemos manejar con el celular y que no tan solo tenemos respuesta a todo, que siempre va a haber alguien que es mucho más poderoso que nosotros, que es Dios. Es un signo que nos recuerda que el ser humano es limitado y que se puede autodestruir si quiere seguir mostrando su poder.

Fuente: Portaluz /Autora: Ana Beatriz Becerra

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2 comentarios

Cesar Gustavo Castro marzo 31, 2020 - 7:38 pm

Gracias Padre Luis. Como es habitual sus reflexiones me invitan a ampliar la mirada y descubrir cosas, momentos, signos que no se me habían ocurrido. Siento que Dios me habla a través de Usted. Nuevamente gracias

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Lili Rojas abril 1, 2020 - 8:56 am

Gracias Padre por sus comentarios.
Creo que Dios nos esta hablando .
Como dice la sita biblia:
«El que quiera oír que oiga»
Ni la ciencia del mundo puede vencer el virus.
Un claro mensaje que el unico Todopoderoso es Él.
Que la pandemia está en las manos del Señor ,lo que estoy segura es que permitió que pase todo esto el sacrificio de las victimas sea para su Gloria y felicidad nuestra .

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