La última vez que escuchamos su voz fue en tiempo de cuaresma. Hoy, en los días de Pascua y a punto de celebrar Pentecostés, nuestra amiga misionera, Luz María Arango Betancur, nos acerca un nuevo y rico compartir, fruto de una vida en clave misionera.
A muchas personas, a lo largo y ancho del mundo, esta pandemia que se llama Covid 19 y cuyo apodo es Coronavirus, los ha pillado a punto de viajar, en el medio de una travesía o listos para retornar a su tierra natal. Esta tercera situación es la que le ha tocado vivir a Luz María Arango Betancur, quien por estas horas permanece en su destino misionero, Panamá, sin poder regresar a su país, Colombia. Pero esta situación no la ha alterado; todo lo contrario. Al escucharla, uno recibe un abrazo de paz -tan necesario en estas horas- y una muestra de templanza; o mejor dicho , de confianza plena en la providencia de Dios. Luz María parece tener bien claras esas palabras del Padre: «No temas, yo estoy contigo». Escúchenla, vale la pena.
Licenciado en Periodismo graduado del Instituto Grafotécnico de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, con más de 20 de años de experiencia, en diferentes áreas y medios como prensa, radio y medios online, actualmente es agente de prensa independiente. Padre de familia con 27 años de casado. Desde hace seis años colabora como catequista en el equipo de Pastoral de Bautismo de la Parroquia Nuestra Señora del Valle del barrio de Villa Belgrano, de la ciudad de Córdoba. Antes, vivió siete años en España, en la ciudad de Logroño (La Rioja), donde fue catequista de bautismo y confirmación en la Parroquia San Ignacio de Loyola.
