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Meditación del 1 de junio

por Pbro. Luis A. Zazano
Marcos 12, 1-12

Evangelio según San Marcos 12,1-12.

Jesús se puso a hablarles en parábolas: «Un hombre plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero.
A su debido tiempo, envió a un servidor para percibir de los viñadores la parte de los frutos que le correspondía.
Pero ellos lo tomaron, lo golpearon y lo echaron con las manos vacías.
De nuevo les envió a otro servidor, y a este también lo maltrataron y lo llenaron de ultrajes.
Envió a un tercero, y a este lo mataron. Y también golpearon o mataron a muchos otros.
Todavía le quedaba alguien, su hijo, a quien quería mucho, y lo mandó en último término, pensando: ‘Respetarán a mi hijo’.
Pero los viñadores se dijeron: ‘Este es el heredero: vamos a matarlo y la herencia será nuestra’.
Y apoderándose de él, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.
¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá, acabará con los viñadores y entregará la viña a otros.
¿No han leído este pasaje de la Escritura: La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular:
esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos?».
Entonces buscaban la manera de detener a Jesús, porque comprendían que esta parábola la había dicho por ellos, pero tenían miedo de la multitud. Y dejándolo, se fueron.

Cada vez que visitas nuestros anunciantes estas ayudando
a Misioneros

El viñador.

Parábolas: hemos terminado el tiempo pascual. La fiesta y el regocijo terminaron. Ahora a volver a lo cotidiano. Es volver a encontrar a Jesús en lo cotidiano y meditar su Palabra en su paso por este mundo. Ahora tendremos que tratar de ver, vos y yo, qué es lo que Dios nos quiere mostrar, porque en cada día hay algo de Dios, un mensaje que tenemos que tratar de descubrir o descifrar como, por ejemplo, el abrazo de tu padre. Porque capaz que mañana ya no lo tengas. No sé. Todo tiene un sentido en esta vida.

2) Administrar: es este el elemento. Vos estás llamado a administrar tu vida, pero la vida no es tuya. Un ejemplo: no la podés controlar ni determinar, ni siquiera sabés cuándo se acaba. Aprende a vivir la vida cada día como si tu día fuera el único, el último y el primer día. Sos administrador y en algún momento se te acabará.

3) La multitud: hoy capaz que también vos seas temeroso del qué dirán, de la multitud. Hoy tenés mucho por dar a la gente, pero eso no implica estar sujeto con tu vida a lo que diga la gente. No vendas tu personalidad y tu forma de ser por ser ese circo andante de quedar bien con todo el mundo. Sé claro con vos y con los demás. La clave es servir desde lo que sos y no servirles porque no sabes quién sos.

Un año con Jesus

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