Alabar a Dios, orar, conversar con el Padre, siempre recordando nuestra condición de hijos amados por Él. Estos son algunos de los objetivos de este proyecto de Misioneros Digitales Católicos , que culminará cuando publiquemos el Salmo 150.
Hoy compartimos con ustedes el Salmo 13
SALMO 13 (versículos 1-6)
1 Del maestro de coro. Salmo de David.
2 ¿Hasta cuándo me tendrás olvidado, Señor? ¿Eternamente?
¿Hasta cuándo me ocultarás tu rostro?
3 ¿Hasta cuándo mi alma estará acongojada
y habrá pesar en mi corazón, día tras día?
¿Hasta cuándo mi enemigo prevalecerá sobre mí?
4 ¡Mírame, respóndeme, Señor, Dios mío!
Ilumina mis ojos,
para que no caiga en el sueño de la muerte,
5 para que mi enemigo no pueda decir: «Lo he vencido»,
ni mi adversario se alegre de mi fracaso.
6 Yo confío en tu misericordia:
que mi corazón se alegre porque me salvaste.
¡Cantaré al Señor porque me ha favorecido!
Fuente: El Libro del Pueblo de Dios.
Voz: Ma Teresa Vargas /Música: Juanjo Cabrera (Spotify)/ Juanjo Cabrera (canal de Youtube)
Comentario del Salmo 13
Salmo de súplica individual, con tres partes bien definidas: abandono del salmista (2-3),
súplica (4-5), expresión de confianza y gratitud (6). La cuádruple repetición del hasta cuándo
confiere a la queja del salmista una intensidad y un dramatismo excepcionales. Sin embargo,
no se explicitan los motivos de su actual situación.: ésta se describe genéricamente como
abandono de Dios, angustia, opresión del enemigo y posible peligro de muerte. La súplica pide
la atencón divina, la salud e, indirectamente, la derrota de los adversarios. Como en otros
salmos del género, la súplica da paso a la declaración de confianza y a una conclusión hímnica.
Fuente: La Biblia, La Casa de La Biblia, edición aprobada por la Conferencia Episcopal Española.