Alabar a Dios, orar, conversar con el Padre, siempre recordando nuestra condición de hijos amados por Él. Estos son algunos de los objetivos de este proyecto de Misioneros Digitales Católicos , que culminará cuando publiquemos el Salmo 150.
Hoy compartimos con ustedes el Salmo 14
SALMO 14 (versículos 1-7)
1 Del maestro de coro. De David.
El necio se dice a sí mismo:
«No hay Dios».
Todos están pervertidos, hacen cosas abominables,
nadie practica el bien.
2 El Señor observa desde el cielo
a los seres humanos,
para ver si hay alguien que sea sensato,
alguien que busque a Dios.
3 Todos están extraviados,
igualmente corrompidos;
nadie practica el bien,
ni siquiera uno solo.
4 Nunca aprenderán los malvados,
los que devoran a mi pueblo
como si fuera pan,
y no invocan al Señor?
5 Miren cómo tiemblan de espanto,
porque Dios está a favor de los justos.
6 ustedes se burlan de las aspiraciones del pobre,
pero el Señor es su refugio.
7 ¡Ojalá venga desde Sión la salvación de Israel!
Cuando el Señor cambie la suerte de su pueblo,
se alegrará Jacob, se regocijará Israel.
Fuente: El Libro del Pueblo de Dios.
Voz: Rafael Alvarado /Música: Juanjo Cabrera (Spotify)/ Juanjo Cabrera (canal de Youtube)
Comentario del Salmo 14
Salmo de lamentación individual, estructurado en tres partes: lamento por la impiedad
humana (1-4), confianza en la justicia divina (5-6) y súplica pro la liberación de Israel (7). El
salmo se encuentra repetido en el salmo 53 con ligeras variantes. La negación de Dios y de su
presencia en el mundo (ateísmo práctico) da pie a un diagnóstico de la impiedad y maldad de
la humanidad con acentos tan pesimistas como en el salmo 12. A la conducta necia de los que
niegan a Dios, el salmista opone la actiud de los que creen en él, confían en su justicia y
esperan en su salvación, pues él está de parte de los justos y es el refugio del humilde.
Fuente: La Biblia, La Casa de La Biblia, edición aprobada por la Conferencia Episcopal Española.