Portada » Te Alabamos Señor. Hoy: Salmo 16

Te Alabamos Señor. Hoy: Salmo 16

por Editor mdc
16-Salmo

Alabar a Dios, orar, conversar con el Padre, siempre recordando nuestra condición de hijos amados por Él. Estos son algunos de los objetivos de este proyecto de Misioneros Digitales Católicos , que culminará cuando publiquemos el Salmo 150.

Hoy compartimos con ustedes el Salmo 16

 

SALMO 16 (versículos 1-11)

Mictán de David.

Protégeme, Dios mío,

porque me refugio en ti.

2 Yo digo al Señor:

«Señor, tú eres mi bien,

no hay nada superior a ti».

3 Ellos, en cambio, dicen a los dioses de la tierra:

«Mis príncipes, ustedes son toda mi alegría».

4 Multiplican sus ídolos y corren tras ellos,

pero yo no les ofreceré libaciones de sangre,

ni mis labios pronunciarán sus nombres.

5 El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz,

¡tú decides mi suerte!

6 Me ha tocado un lugar de delicias,

estoy contento con mi herencia.

7 Bendeciré al Señor que me aconseja,

¡hasta de noche me instruye mi conciencia!

8 Tengo siempre presente al Señor:

él está a mi lado, nunca vacilaré.

9 Por eso mi corazón se alegra,

se regocijan mis entrañas

y todo mi ser descansa seguro:

10 porque no me entregarás la Muerte

ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro.

11 Me harás conocer el camino de la vida,

saciándome de gozo en tu presencia,

de felicidad eterna a tu derecha.

Fuente: El Libro del Pueblo de Dios. 

Voz: Elena Fernández Andrés /Música: Juanjo Cabrera (Spotify)/ Juanjo Cabrera (canal de Youtube)

Comentario del Salmo 16

Salmo de confianza individual, estructurado en dos partes. Profesión de fe en Dios (1-6) y confianza gozosa del salmista (7-11). Aunque el salmo se abre con una breve súplica, los sentimientos dominantes son  la confianza y la alegría experimentada en la intimidad con Dios. Frente a los otros dioses, el Señor es refugio, dueño, unico bien y herencia plena del salmista. El salmo 16 (5-6) parece referirse a los levitas, que no tuvieron parte en el reparto de la tierra prometida, porque se dedicaban exclusivamente al culto divino y Dios era el lote de su heredad. La segunda parte (7-11) está llena de expresiones de confianza: la seguridad de la cercanía de Dios, que ha salvado al salmista de una grave enfermedad, es garantía de salvación y felicidad plena. El Nuevo Testamento leyó este salmo en clave mesiánica, aplicando este salmo a la resurreción y exhaltación de Cristo. Su triunfo es garantía y anticipo de nuestra participación plena en la vida divina.

Fuente: La Biblia, La Casa de La Biblia, edición aprobada por la Conferencia Episcopal Española.

           

Artículos relacionados

Deja un comentario