Evangelio según San Lucas 5,33-39.
En aquel tiempo, los escribas y los fariseos dijeron a Jesús: «Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y hacen oración, lo mismo que los discípulos de los fariseos; en cambio, los tuyos comen y beben».
Jesús les contestó: «¿Ustedes pretenden hacer ayunar a los amigos del esposo mientras él está con ellos?
Llegará el momento en que el esposo les será quitado; entonces tendrán que ayunar».
Les hizo además esta comparación: «Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque se romperá el nuevo, y el pedazo sacado a este no quedará bien en el vestido viejo.
Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres; entonces el vino se derramará y los odres ya no servirán más.
¡A vino nuevo, odres nuevos!
Nadie, después de haber gustado el vino viejo, quiere vino nuevo, porque dice: El añejo es mejor».
No mezclar lo nuevo con lo viejo.
1) Los de Juan: refiere a aquellos que siguen un camino de penitencia por los demás y de oración. Me pongo a pensar en las carmelitas descalzas, en los monjes benedictinos, los trapenses y tantas otras congregaciones que tenemos que llevan una vida de oración y sacrificio. Vos que me escuchas, y capaz que no sabes, te quiero contar que hay personas que toman distancia de este mundo cotidiano y se dedican a una vida de oración por los demás, que rezan por vos y por mí. Muchas veces nosotros no le damos bolilla y hasta estaría bueno que lo “googlees” para saber qué es. Ellos son un pulmón de la Iglesia y gracias a ellos muchos seguimos en pie. Hoy te propongo que le agradezcamos a Dios por aquellos que rezan todos los días por nosotros sin ni siquiera conocernos. De paso investiga y fíjate, capaz que cerca de tu casa hay un monasterio de clausura. Podrías visitarlos y agradecerles.
2) El novio: hay momentos en tu vida cristiana que estarás lleno de gozo. Rezarás tranquilo, tendrás muy buena recepción para ir a misa o rezar el Rosario, etc. Pero tendrás también momentos en tu vida en que te costará mucho. Es importante que cuides tus momentos de oración, aunque no tengas ganas, o que puedas realizar jaculatorias. Por ejemplo: “Todo tuyo”.
3) Lo nuevo: volvé a esta nueva persona que estás siendo. No vuelvas al pasado. No caigas en eso de ser rememorozo y caer otra vez en el pasado y girarlo todo al pasado. Vamos a lo nuevo de tu vida, a descubrir, a aventurarse y a caminar. Hoy podés ser un héroe de tu misma vida.
2 comentarios
Dios los bendiga
Muchas gracias Padre. Mi jaculatoria diaria: «Gracias Señor por el nuevo día que nos has concedido. Haz que él nos sirva para glorificarte. Amen». Suelo también abrir la ventana, rezar un Gloria y dedicar la oración a quienes pasen por la calle mientras dura la misma. Mi cordial abrazo. Ernesto.