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Te Alabamos Señor. Hoy: Salmo 26

por Editor mdc
salmo 26

Alabar a Dios, orar, conversar con el Padre, siempre recordando nuestra condición de hijos amados por Él. Estos son algunos de los objetivos de este proyecto de Misioneros Digitales Católicos , que culminará cuando publiquemos el Salmo 150.

Hoy compartimos con ustedes el Salmo 26

SALMO 26 (versículos 1-12)

De David.

Júzgame, Señor,

porque he procedido con integridad.

Yo he confiado en el Señor,

sin desviarme jamás.

2 Examíname, Señor, y pruébame,

sondea hasta lo más íntimo de mi ser;

3 porque tu amor está siempre ante mis ojos,

y yo camino en tu verdad.

4 No me reúno con la gente falsa

ni me doy con los hipócritas;

5 odio la compañía de los malhechores

y no me uno a los malvados.

6 Por eso lavo mis manos en señal de inocencia

y doy vueltas alrededor de tu altar,

7 proclamando tu alabanza en alta voz

y narrando tus maravillas.

8 Yo amo la Casa donde habitas,

el lugar donde reside tu gloria.

9 No me incluyas entre los pecadores

ni entre los hombres sanguinarios:

10 ellos tienen las manos llenas de infamia,

y su derecha está repleta de sobornos.

11 Yo, en cambio, procedo íntegramente:

líbrame y concédeme tu gracia.

12 Mis pies están firmes sobre el camino llano,

y en la asamblea bendeciré al Señor.

Fuente: El Libro del Pueblo de Dios. 

Voz: Marina González /Música: Juanjo Cabrera (Spotify) / Juanjo Cabrera (canal de Youtube)

Comentario del Salmo 26

Salmo de súplica individual con alegato de inocencia. La estructura comprende cinco
acciones dispuestas en forma concéntrica: A, recto proceder (1-3), B, los malvados (4-
5), C, alabanza en el templo (6-8); los malvados (9-7.10), A, recto proceder (10-12). Un
inocente, injustamente acusado, busca el refugio del santuario y en medio del rito de
purificación, se somete al juicio de Dios, haciendo un solemne alegato de inocencia
con motivaciones semejantes al salmo 1. Puesto que se ha separado de los
malhechores, pide a Dios que no lo asocie a la suerte de éstos. La alabanza
anunciada en la sección central resuena como bendición conclusiva tras un nuevo
alegato de inocencia.

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