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Casa Salesiana de Évora – Portugal

por Horacio Espinosa


Alguien me dijo alguna vez que una casa Salesiana es un patio de juegos con aulas alrededor. No sé si esto habrá sido, o si Jesús y María se valieron de esto para ingresar en mi corazón (joven en su momento) como en el millones otros jóvenes.


Este relato sencillo creo que puede llegar al corazón de los que pasamos por una casa Salesiana o bien por cualquier persona que se identifica con una congregación determinada. En mi caso haber pertenecido doce años en una casa Salesiana me constituyo en la persona que hoy soy. La congregación salesiana en mi caso ingreso a mi vida a los siete años de edad y hasta hoy vive en mí. Es por esto que en cualquier ciudad que visite, busco y encuentro un lugar de pertenencia, estas casas son ese lugar.
Así fue que ingresando a la ciudad de Évora, desde la parte nueva y en camino a la ciudad medieval, pasamos por un templo en el cual se destacaba la figura de María Auxiliadora, la cual como un faro me indico que allí debía ingresar.

Historia


En 1920, el entonces arzobispo de Évora, Manuel Mendes da Conceição, ante el grave problema social del abandono en el que vivían muchos jóvenes, adolescentes y niños de la ciudad, pensó en los Salesianos.
Entonces mantuvo una extensa correspondencia con el Superior General de los Salesianos, P. Filipe Rinaldi hasta que en 1926 el padre Salesiano Luís Sutera, superior de los Salesianos en Portugal, toma posesión de la Quinta da Saudade, también llamada Telhal Grande o Horta do Leitão, junto a Portas de Alconchel, una finca que el arzobispo D. Manuel Mendes da Conceição compró a sus expensas. .
Las condiciones de la Quinta, sin embargo, no ofrecían las condiciones mínimas para recibir a jóvenes necesitados de apoyo. Se necesitaban obras urgentes. Los padres Luís Sutera y Carlos Frigo, incansables, se pusieron manos a la obra que fue continuada por otros sacerdotes Salesianos, como los padres José Bernardino Rodrigues, Francisco Leite Pereira, José da Silva Lucas, Pedro Vicente Morais.
En 1927 comienza como un Oratorio llamado San Jose; siendo que durante muchos años la casa Salesiana era conocida como “Oratorio de S. José, de Évora”.
Durante ese mismo año se crea la Escuela Primaria para complementar el Oratorio, con tres alumnos. El grupo coral y una banda musical dirigida por el P. Pedro Morais resultaron ser muy importantes como factores de formación y transformación social de los jóvenes.
Hasta la década de 1950, la obra “Oratório de S. José”, nacida en la mayor pobreza y sometida a enormes pruebas, estructuralmente no recibió transformaciones significativas.
Gracias a algunos benefactores, especialmente el Conde de Vil’Alva, fue posible reemplazar las humildes instalaciones originales con un nuevo edificio que permitió la extensión de la docencia a todo el primer ciclo de la escuela secundaria.
Durante 1965 se construye e inaugura la iglesia de Nossa Senhora Auxiliadora, que al año siguiente se convierte en iglesia parroquial.
Ya en 1992 se inicia la construcción de un moderno complejo escolar con la participación del Programa de Desarrollo Escolar de Portugal (PRODEP), construcción inaugurada en 1994, que permitió la extensión de la docencia al 3er ciclo de educación básica.
Mas aca en el tiempo nacen la escuela de educación preescolar, la guardería para edades entre 3 meses a 3 años y la Escuela la educación secundaria.
Como mencionamos la Parroquia de Nossa Senhora Auxiliadora fue creada en 1967 por el arzobispo de Évora D. David de Sousa, y fue inmediatamente confiada a la pastoral de los Salesianos. La nueva parroquia se convirtio así en la primera y, hasta ahora, la única parroquia salesiana con este nombre en Portugal.

Descripción


Cerca del ingreso principal a la ciudad amurallada, en la llamada puerta Alconchel se encuentra la Casa Salesiana de Évora.
En el comienzo de la manzana esta la parroquia María Auxiliadora quien parece dar la bienvenida a todos los que por aquella avenida circulan. Por detrás se asienta el colegio.
Por supuesto que no tuve acceso al colegio pero si se ve desde el exterior el sector deportivo de la casa.
La parroquia es sencilla en si, no voy a gastar mucho tiempo en la descripción ya que no es un edificio monumental, sino que llega al corazón de los salesianos, como todas estas casas.


La visita


Sin saber dónde estaría la casa Salesiana, sin saber siquiera si había una en la ciudad de Évora, en nuestro camino a la entrada principal de la ciudad amurallada, circulando por una avenida de doble mano con bastante tránsito, nos detiene un semáforo que nos permite ver alrededor.
Como una Madre llamando a su hijo, dirijo mi mirada hacia mi izquierda y veo a María Auxiliadora que parecía hasta saludarme. Entonces dimos vuelta donde se pudo y allí nos dirigimos.
No sabíamos siquiera si la parroquia estaría abierta o no, de hecho parecía cerrada, entonces dimos una vuelta a la manzana donde pudimos ver el sector de juego del colegio y los paredones de la escuela propiamente dicha.
Entonces luego de finalizar la vuelta a la escuela buscamos donde estacionar y fuimos a verificar si el templo estaba accesible o no.
En ese momento vimos que una persona salía del mismo, lo cual nos certificó que si podíamos ingresar.
Al ingresar, estábamos solos en el templo, un gran silencio. San Juan Bosco y Santo Domingo Savio nos recibieron como dándonos la bienvenida a casa. Caminamos hacia el altar y nos encontramos con Mama María (Auxiliadora) a quien con mi esposa amamos por todo lo que siempre nos regaló.
Allí nos quedamos un largo rato, como en el regazo de una Madre, estamos los dos solo junto a Ella.
Luego de unos minutos, salimos, en silencio, en paz, luego de haber recibido el abrazo cálido de nuestra Mamá.

Tips de Viajero


• Dirección: Av. de S. João Bosco, n.º 4, Évora, Portugal
• Horario de misas
o Lunes a Sabado 07:30hs y 18:30hs
o Domingo: 10:30hs , 12:00hs y 18:30hs
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Información histórica basada en http://www.evora.salesianos.pt/

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