Miles de personas de diferentes países oran juntas por el bienestar de niños por nacer en riesgo de aborto. Lo hacen a través de grupos de mensajería instantánea en castellano, inglés y portugués.
Adopción Espiritual es una obra de amor que invita a rezar a diario por bebés que están dentro del vientre de su madre y corren peligro de ser abortados. Los orantes piden también por los familiares y allegados de los niños por nacer, para que Dios toque sus corazones y puedan reconocer el milagro de la vida.
El apostolado consiste en acompañar el embarazo de la Virgen María, desde el 25 de marzo, cuando como Iglesia celebramos la Anunciación, hasta el 25 de diciembre, día de Navidad. Éste es el cuarto año que se lleva adelante la iniciativa y, si bien la comunidad se unió en oración el jueves de la semana pasada, todavía hay tiempo para sumarse.
Una de las particularidades de esta propuesta es que cada uno de los orantes se convierte en padre adoptivo de un bebé que sólo Dios conoce. El nombre del niño se elige por gracia del Espíritu Santo y al final del proceso se ofrece la oportunidad de armar ajuares para entregar a familias que los necesitan.
Podés conocer más sobre esta obra en el artículo ¿Te gustaría rezar por la vida de un niño por nacer en riesgo de ser abortado? que publicamos a principios de 2020. Allí encontrarás información sobre el apostolado; el significado de su logo; testimonios de creyentes; y plegarias para hacer con fe y esperanza.
Tres idiomas
La comunidad está formada por alrededor de 50.000 personas de diferentes países. Cada mañana, reciben mensajes con guías breves para rezar por los bebés a la luz del Evangelio del día.
Actualmente, hay 196 grupos de WhatsApp y uno de Telegram (integrado por 1.385 orantes). Además, las meditaciones se replican en el perfil de Instagram y en la página de Facebook de Adopción Espiritual.
Los grupos de WhatsApp están organizados por idioma. Si te interesa ingresar a uno en castellano, hacé click aquí; para sumarte a uno en inglés, aquí; y para rezar en portugués -la novedad de este año-, clickeá aquí.
¡Animate a orar por los niños por nacer! Confiemos, que como dijo San José de Cupertino, «ni Dios es sordo ni el cielo es de bronce». Defendamos la vida, para que reine la paz.
