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Meditación del día 21 de Julio

por Pbro. Luis A. Zazano
mateo 13, 1-9

Evangelio según San Mateo 13,1-9.

Aquel día, Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar.
Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa.
Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: «El sembrador salió a sembrar.
Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron.
Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda;
pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron.
Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron.
Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta.
¡El que tenga oídos, que oiga!».

Salir a sembrar.

1) Salió: Jesús sale, es normal y se muestra sencillo y cercano. Esto es lo que vos y yo debemos apuntalar como evangelizadores. No podemos ser evangelizadores acartonados, que parece que se les sube el humo y se hacen intocables. Tenemos que ser personas cercanas y accesibles para escuchar y acompañar. No tan solo me refiero a mí que soy cura o a monjas, me refiero a todos, a vos como marido ser accesible con tu mujer y tus hijos; vos como esposa en relación con tu marido y con tus hijos. O vos como laburante con tus compañeros de laburo. No porque seas el gerente sos omnipotente. Vos tenés a Jesús en tu interior, mantené esa actitud sencilla y cercana.

2) Subirse: esto es lo lindo que vemos de Jesús. Primero hay un encuentro, cercanía y sencillez y es desde allí que habla. Si querés anunciar el evangelio a alguien hacelo al estilo de Jesús, comenzando por ser bien humano. Luego habla con actitud clara y práctica, no le encajes de una el Catecismo y que se lea del número 407 al 2980. Háblale de Dios con tus palabras, hasta capaz sin mencionar la palabra Dios. Hablando de «felicidad» estás hablando de Dios. Hablando de «alegría» estas hablando de Dios, hablando de «vida» estas hablando de Dios. Como diría el Papa Juan XXIII «métete en la de ellos y sale con la tuya».

3) El sembrador: vos tenés en tu corazón algo de Dios, esa semillita, la cual capaz hay días que está como secándose, otros días esta abrumada por las cosas que te están pasando; otro día está llena de espinas por esos rencores y bronca que te quedaron en tu caminar. Pero lo lindo que tiene esta semilla es que con un poco de esa agua viva, que es Dios, se hace y te hace en tu vida una belleza de flor que marca todo el paisaje de esta vida. Su riego es: oración, sacramento y ayuda a los demás. Fíjate primero cómo estás y luego ponele este riego.

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