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Meditación del día 14 de septiembre

por Pbro. Luis A. Zazano

Evangelio según san Juan 3, 13-17

Jesús dijo a Nicodemo:
«Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo.
De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.
Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»

El amor es entrega

1) Subir y bajar: Es referir a la visión sobrenatural. Saber que esta vida no se acaba aquí, que hay algo más, que tenés mucho por dar y por vivir, por enfrentar y asumir. Porque esta vida es un paso y hay cosas que no podés dejar de lado. Cuando tenés visión sobrenatural sabes que tenés mucho por hacer y le das un sentido a tu hacer, porque sabes que hay cruces, pero que te llevan a la gloria. No dejes de caminar y construir tu vida porque hay un límite que es el tiempo, pero hay una eternidad que te permite la fe.

2) Creer: La fe nos motiva y nos mueve. Hoy es el día de la Exaltación de la Cruz. Esto nos lleva a recordar que el amor genera fe y entrega, pero quien ama da vida, aunque muera. Vos hoy mira la cruz y recordá que Dios te ama tanto que busca tu eternidad pero no deja de lado tu libertad. Si quieres recordar qué es tener fe, mira la cruz y ahí está la respuesta.

3) Tanto amor: Quien ama puede darse cuenta que hay mucho sacrificio. Cuando amas se va la razón y actúas con el corazón, llegando a convertirte para muchos en algo tonto. Porque cuando se ama se la juega tanto uno que ya no ve lo que le conviene o no le conviene, directamente busca que su amado o su amada esté bien. Hoy Dios nos muestra que amar es sacrificarse, pero amar es un sacrificio gozoso, bello, porque ese amor da vida y te genera vida. Señor del Milagro, tú eres nuestro y nosotros somos tuyos.
¡Hasta el cielo no paramos!

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