Por la señal de la Santa Cruz+
de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo +
Amén +
Acto de contrición
Pésame Dios mío, me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido, pésame por el infierno que merecí, por el cielo que perdí, pero mucho más me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como vos, antes querría haber muerto que haberte ofendido y propongo firmemente no pecar más y evitar las ocasiones próximas de pecado. Amén.
Oración introductoria
Mi buen JESÚS, mi Redentor y amigo.
¿Qué tengo yo que Tú no me hayas dado?
¿Qué se yo que Tú no me hayas enseñado?
¿Qué valgo yo, si yo no estoy contigo?
¿Qué puedo yo, si Tú no estás conmigo?
Gusanillo en el mundo desterrado,
que busca solo en Ti, su Bien amado,
puesto que eres la meta que persigo.
Sin vanidad, Señor, por ti me hiciste;
sin que te lo rogase, me criaste,
Señor, mi Dios… ¡y en la cruz me redimiste!
Si en criarme y redimirme te esforzaste,
¿qué menos obrarás de lo que obraste,
en perdonar la obra que Tú hiciste?
Meditación Diaria
Día sexto: Francisco y la patria Argentina
En 1589, el rey Felipe II pidió a los franciscanos que enviaran misioneros a Sudamérica. Finalmente, y para alegría suya, Francisco fue el elegido para la misión de extender la religión en estas tierras. Después de un accidentado viaje al Virreinato del Perú, con naufragio y peligro de perecer en el trayecto, y como su destino era Tucumán, emprende esta larga travesía en compañía de ocho franciscanos más.
Había que pasar los Andes por el valle de Jauja, Ayacucho y llegar hasta Cuzco; cruzar la meseta del Collao (la actual Bolivia) por Potosí y entrar en los confines del norte argentino para, de nuevo, bajar hasta Salta y finalmente hasta las llanuras del Tucumán. Aquí permanece hasta mediados de 1595 como misionero. Recorrió los territorios de Tucumán hasta las Pampas y el Chaco paraguayo y Uruguay. Tenía y se sirvió del don de lenguas y llegó a adquirir las de los nativos a quienes fue a predicar.
En este proceso vemos a Francisco que recorre nuestra tierra y apuesta por la santidad nuestra. Hoy vos y yo tenemos que luchar por la santidad de nuestros hijos y nietos. Es por ello que a través del ejemplo de Francisco podremos lograr una patria unida y que busca la paz.
Reflexión: ¿Qué hago por mi patria? ¿Muestro mi respeto a la bandera? ¿Cómo?
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final
Señor, que diste a tu iglesia un fervoroso evangelizador en san Francisco Solano, te pedimos, por tu intercesión, un ardiente deseo de predicar la Palabra de tu Hijo Jesucristo, con ocasión o sin ella, en cada momento de nuestra vida diaria. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.