Vida que brota de un Corazón herido
Por la señal de la Santa Cruz+
de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Oración inicial
Corazón de Jesús, acudo a ti porque eres mi refugio, mi esperanza, el remedio de todos mis males, el alivio de mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente inagotable para mí, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición. Amén.
Lectura bíblica del sexto día:
“En él hemos sido redimidos por su sangre y hemos recibido el perdón de los pecados, según la riqueza de su gracia” Efesios 7, 2
De la misma manera, a como la lava de un volcán, la montaña herida, al deslizarse por la ladera, incendia todo a su paso, incluso a las rocas más duras, haciéndolas arder en llamas incandescentes. Así, de la misma manera, arde el torrente impetuoso de la sangre divina, que contiene el fuego del amor divino. El Espíritu Santo, las almas y los corazones, aún de los más duros y fríos, se derriten como cera al fuego, cuando son alcanzados, aunque sea por la más pequeña gota de esta Sangre de Jesús.
Cuando el río de fuego del costado abierto de Jesús irrumpe al abrirse la brecha en ese dique de amor infinito que es el Sagrado Corazón, las personas no deben temer ni apartarse, sino dejar que los inunde y que los abrace, porque es el Espíritu Santo en persona.
- Pedir la gracia que se desea alcanzar del Sagrado Corazón de Jesús en esta novena.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final
Rendido a tus pies, oh Jesús mío. Te pido humildemente amarte, servirte y serte fiel. Mira que soy pobre, oh buen Jesús, soy débil y necesito apoyarme en ti para no caer.
A las puertas de tu corazón, vengo, llamo y espero, oh Señor. Y del mío te hago decidida entrega. Tómalo y dame a cambio lo que me lleve a la eternidad, oh Señor.
Señor, quiero hacer tu voluntad y Tú me dices: “Ánimo, no temas, que soy yo”. Oh, Sagrado Corazón, se todo para mí, no busque yo consuelo más que en ti.
Se Tú mi refugio, quiero esconderme en tu corazón. Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. +