Forma sugerida para rezar la Corona de Adviento en Familia.
Le recomendamos que toda la familia y amigos se reunan en torno a la Corona de Adviento en un ambiente de recogimiento y silencio, luego pueden empezar la tradición del rezo, siguiendo esta guía.
Persona 1: Tercer domingo de Adviento
Canción.
Persona 2: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Acto de Contrición.
Persona 1: Encendamos las velas de los dos domingos anteriores y reconozcamos ante Dios que somos pecadores.
Todos:
Yo confieso ante Dios Todopoderoso,
y ante ustedes hermanos que he pecado mucho de
pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, Nuestro Señor.
Amén.
Persona 2: Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11,2-11. Juan el Bautista oyó hablar en la cárcel de las obras de Cristo, y mandó a dos de sus discípulos para preguntarle:
«¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?».
Jesús les respondió: «Vayan a contar a Juan lo que ustedes oyen y ven:
los ciegos ven y los paralíticos caminan; los leprosos son purificados y los sordos oyen; los muertos resucitan y la Buena Noticia es anunciada a los pobres.
¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!».
Mientras los enviados de Juan se retiraban, Jesús empezó a hablar de él a la multitud, diciendo: «¿Qué fueron a ver al desierto? ¿Una caña agitada por el viento?
¿Qué fueron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que se visten de esa manera viven en los palacios de los reyes.
¿Qué fueron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta.
Él es aquel de quien está escrito: Yo envío a mi mensajero delante de ti, para prepararte el camino.
Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él.
Palabra del Señor.
Persona 1: encendamos la tercer vela
Meditación Padre Luis Zazano
Domingo de Alegría
1) Obras del Mesías: Qué lindo que la gente nos reconozca y nos busque por nuestras obras y no por nuestro hablar. Hay veces que somos un poco fanfarrones y nos gusta andar contando todo lo que hacemos. ¡No es necesario! Uno debe tirar semillas en este mundo para que otros disfruten de la sombra de ese árbol que hemos sembrado. Vos tenés que seguir y hacer el bien. El tiempo te lo irá agradeciendo día a día.
2) Anunciar: Lo que manda Jesús a decir es que vino a curar y a traer esperanza. Hoy vos y yo somos esos. Con tu vida cotidiana estamos llamados a curar, resucitar y dar esperanza. Cuánta esperanza das cuando te la jugás por tus hijos, cuánta esperanza das cuando te sentás en la mesa y dejas el celu para compartir con tu papá o tu mamá. Cuánta esperanza das cuando la invitas a salir a comer a tu esposa y le dedicas ese tiempo como en la época de noviazgo. Cuánto curás y sanás cuando en tu día pudiste ayudar a alguien.
3) Mensajero: Somos mensajeros de Dios y estamos llamados a anunciar la alegría. ¡CRISTO VIENE! y quiere estar siempre con nosotros. No pierdas la alegría, no dejes que la chispa de Dios que inicia se pierda por la tristeza. Seguí adelante que, con una persona alegre como vos lograremos cambiar este mundo. #caminoabelen.
Para encender la tercer velita de este tiempo del Adviento te propongo a que trabajes lo que es la generosidad, el que puedas darte y entregarte al hermano. Ya está próxima la Navidad y por eso vos y yo tendremos que trabajar en cómo ser cercanos al hermano y ayudar la vida del hermano con lo que yo puedo ayudar. Que al encender esta velita, puedas iluminar a mucha gente desde tu generosidad y de tu sencillez. Esta semana te propongo a que trabajemos la generosidad. ¿Sos generoso con tus cercanos?
Persona 2: En las tinieblas se encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: ¡El Señor va a llegar! ¡Preparen sus caminos, porque ya se acerca! Adornen su alma como una novia se engalana el día de su boda. ¡Ya llega el mensajero!. Juan Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz.
Persona 1: Cuando encendemos estas tres velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor!
Persona 2: Unidos en una sola voz digamos:
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
Persona 1: Ven, Señor, haz resplandecer tu rostro sobre nosotros.
Todos: Y seremos salvados. Amén
Canción
Créditos: la canción Canta con gozo tomada del canal de YouTube de Cristian david Tobon