La Compañía de Jesús
Por la señal de la Santa Cruz+
de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Oración inicial:
San Ignacio de Loyola, tú que nos dejaste un método de discernimiento espiritual, intercede por nosotros, para que podamos resolver bien en las decisiones difíciles, siempre según la voluntad del Padre.
Que sigamos tu ejemplo de compañero de Jesús, amándonos unos a otros. Y mostremos así al mundo que la Iglesia es su casa, donde todos pueden encontrar cobijo para el espíritu, y descubrir lo que es la verdad y la felicidad que solo Dios es capaz de dar. Amén.
Lectura bíblica del noveno día:
“Muéstrame Señor, tus caminos, enséñame tus senderos” Salmo 25, 4
Al no poder viajar a Jerusalén, Ignacio y sus compañeros se pusieron a disposición del Papa, quién no podía creer, que este grupo pidiese trabajo sin pedir recompensa alguna. Celebró su primera misa en la Basílica Santa María la Mayor. El Papa los envió a diversas misiones, dispersos por el mundo. El grupo de compañeros reflexionaron y decidieron constituirse en orden religiosa, a la que llamaron Compañía de Jesús. Ignacio se dedicó a redactar las constituciones y a dirigir los primeros pasos de la misión. Su trabajo se combinaba con una vida espiritual muy intensa. La Eucaristía era el centro de su vida. Al celebrar cada día la misa le preguntaba al Señor: ¿qué quería de ellos? Pasaba largas horas mirando el cielo. Dios le había dado el don de reconocerlo en todo y en todos. Esa era la marca que deseaba para todos los futuros jesuitas. Que fueran pobres y libres, que encontraran y sirvieran a Dios en todas las circunstancias de la vida, pero especialmente atendiendo a los más necesitados, porque esa era la mayor Gloria de Dios.
- Pedir la gracia que se desea alcanzar de san Ignacio de Loyola en esta novena.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final
San Ignacio de Loyola, tú que te enfrentaste a lo largo de tu vida a innumerables encrucijadas y tuviste que preguntarte una y otra vez, cuál era el camino que más gloria y alabanza daba a Dios y lo mejor hacia tu prójimo. Ayúdame con tu intersección, a aumentar mi deseo de servir al Señor y ser mejor discípulo, buscando siempre la paz y liberación del mundo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. +