«Fátima, santuario de adoración»
Por la señal de la Santa Cruz+
de nuestros enemigos +
libramos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Oración Inicial
Nuestra Señora de Fátima, en mi pobreza, en mi destierro, en mis sinsabores, te contemplo como arco iris de esperanza, de paz y de protección. Se mi consuelo en la lucha y en los peligros, mi luz en la oscuridad; mi escudo en las batallas contra las pasiones, el mundo y el demonio. Sálvame y salva a todos los pecadores. Amén
Lectura bíblica del quinto día:
¡Vengan, adoremos de rodillas a nuestro Dios y Creador! Salmo 95:6
En su primera aparición, el Ángel se presenta como una invitación a la adoración a Dios. De rodillas, inclinado hasta el suelo, invita a los tres niños a la adoración que transforma la fe en esperanza y amor: “Dios mío yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman”.
Fátima recuerda la centralidad de la adoración, como disposición interior que nos sitúa delante de Dios, misterio de gracia y misericordia.
La adoración es la entrega humilde de la existencia en las manos de Dios y de sí mismo como hijo amado. Y, en este proceso, se purifica el creyente, su mirada y su hacer, a la luz del amor con que el propio Dios lo ama.
- Pedir la gracia que se desea alcanzar de la Virgen de Fátima en esta novena.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración Final
Gloriosa Virgen de Fátima, Madre de todos los pueblos, haz que nuestras familias, practicando el amor incondicional, la entrega generosa y el servicio evangélico, sean fermento de una sociedad nueva, en la que la fraternidad venza a la discordia, y las legítimas diferencias contribuyan, no a la división, sino al recíproco enriquecimiento de tradiciones y culturas, a fin de que todos nos reunamos en tu abrazo maternal. Amén
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +