A San José Dios le encomendó la inmensa responsabilidad y privilegio de ser esposo de la Virgen María y custodio de la Sagrada Familia. Es por eso el santo que más cerca está de Jesús y de la Santísima Virgen María.
San José es llamado el «Santo del silencio» No conocemos palabras expresadas por él, tan sólo conocemos sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. José fue «santo» desde antes de los desposorios. Un «escogido» de Dios. Desde el principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor.