El propósito de hoy se trata simplemente de ayudar al prójimo. Pero ayudar no es solamente hacer algo por los demás, sino que eso que se hace se tiene que sentir desde el corazón, se tiene que hacer con amor, porque de lo contrario sería una ayuda vacía de contenidos, de sentimientos para ser más específico. Por eso siempre que ayudamos al prójimo tenemos que ser conscientes de que esa asistencia es desinteresada, no vamos a pedir nada a cambio por esa ayuda. Como Jesús, desinteresadamente se entregó en la cruz, por nosotros.
Y ayudar no significa que estemos obligados a hacer grandes cosas, sino mira las sabias palabras de la Madre Teresa de Calcuta decía: “No siempre podemos hacer grandes cosas, pero sí podemos hacer cosas pequeñas con gran amor”.
Mira que simple es, solo dando amor estamos ayudando a alguien que quizás esta necesitando una caricia, un abrazo, una sonrisa. Pero amor también es compañía, estar a disposición del otro.
Lo más probable es que te digas que se te complica porque no tienes el tiempo para hacer tus cosas, las horas del día no te alcanzan para hacer todo lo que tenes que hacer. ¿Cómo vas a tener tiempo para los demás?
Hoy es el día ideal para dejar las excusas y pensar en como hacerse ese tiempo para brindar ayuda a quienes tienes a tu alrededor, esa ayuda que por ahí nos la están pidiendo hace rato, pero nosotros hacemos la vista gorda para no verlo, para no comprometernos.
Muchas veces nos jactamos de lo mal que está el mundo, pero si nos quedamos sentados de brazos cruzados nada cambiara.
Es momento de actuar, de entrar en acción, en tu barrio, tu escuela, tu trabajo, tu comunidad.
Es momento de observar bien quienes son los que necesitan de tu ayuda.
Ayuda a ayudar a quienes están alejados de la fe, no encuentran su camino espiritual hacia Dios.
Evangelizar es ayudar a la gente a tomar conciencia del valor que cada uno tiene ante la mirada de Dios, porque Dios nos quiere como somos. Para él somos todos iguales, solo que algunas personas necesitan saber que el nos acepta tal cual somos.
Por eso decídete hoy a ser más generoso con tu prójimo, ellos están siempre esperando que se les tienda una mano.
¡Vamos que hasta el cielo no paramos!
Tu ayuda nos permite mantener esta página y
el proyecto de Misioneros Digitales
¡Gracias por tu generosidad!
¡Dios te bendiga!
[ecp code=»Matched_Content»]