Después de un largo día transcurrido, estamos cansados, nuestros pensamientos ya no dan para más y solo queremos relajarnos, distraernos un poco y descansar para arrancar con un nuevo día.
Pero seguramente antes de entregarnos al descanso hacemos un pequeño repaso de las cosas que nos sucedieron en el día, es el momento de detenernos a pensar: con quienes nos encontramos, si nos encontramos con alguien que hacía mucho no veíamos, con quien estuvimos hablando algún tema importante, si discutimos con alguien o hicimos algún favor, si nos reímos o si lloramos, si nos tomamos un tiempo para dialogar con Jesús, si fuimos sinceros, si tuvimos malos pensamientos, en fin repasamos sobre las cosas buenas y malas que nos han sucedido.
De esta manera estamos evaluando casi sin darnos cuenta, cuales fueron las cosas importantes que quedaron en nuestra mente dando vueltas y eso nos ayuda a saber por qué sucedieron.
Es un proceso simple del cual todos aprendemos algo. Porque es en ese preciso momento en el que nos damos cuenta cual es el camino a seguir, para convertirnos poco a poco en seres espirituales, bondadosos, cada día más cercanos a Dios, a su palabra, a su ejemplo.
Realizar esta práctica diaria de evaluar nuestro día, no permite estar abiertos a mejorar como personas, ser más sabias, con un aprendizaje más profundo, con más experiencias.
Y es ahí donde debes comenzar a priorizar lo que realmente es importante para tu vida, quienes son las personas que te hacen bien y cuales es preferible mantener alejadas.
Al principio es difícil discernir entre lo bueno y lo malo, pero cuando esta practica se convierta en rutina, ya no te costará tanto.
Enfocarse en lo que es realmente importante es necesario, para no desgastar tu tiempo innecesariamente, aprovechando al máximo cada segundo, minuto y hora de tu día.
Porque tomarte tu tiempo te hará tener una vida feliz, saludable, ser una mejor persona, lo que te permitirá disfrutar del viaje hacia el encuentro con el Señor.
¡Vamos que hasta el cielo no paramos!
Un pequeño aporte económico nos ayuda a
continuar con nuestra labor
Convíértete en Patrocinador de Misioneros Digitales
¡Gracias por tu generosidad!
¡Dios te bendiga!
[ecp code=»Matched_Content»]