Portada » Te Alabamos Señor. Hoy: Salmo 56

Te Alabamos Señor. Hoy: Salmo 56

por Editor mdc
Salmos

Alabar a Dios, orar, conversar con el Padre, siempre recordando nuestra condición de hijos amados por Él. Estos son algunos de los objetivos de este proyecto de Misioneros Digitales Católicos, que culminará cuando publiquemos el 150.

SALMO 56 (versículos 1-14)

Del maestro de coro. Según la melodía de «La paloma de los dioses lejanos». De David. Mictán. Cuando los filisteos se apoderaron de él en Gat.

2 Ten piedad de mí, Señor, porque me asedian,

todo el día me combaten y me oprimen:

3 mis enemigos me asedian sin cesar,

son muchos los que combaten contra mí.

4 Cuando me asalta el temor,

yo pongo mi confianza en ti, Dios Altísimo;

5 confío en Dios y alabo su Palabra,

confío en él y ya no temo:

¿qué puede hacerme un simple mortal?

6 Me afligen constantemente con sus palabras,

sólo piensan en hacerme daño;

7 conspiran, se esconden y siguen mis rastros,

esperando la ocasión de quitarme la vida.

8 ¿Podrán librarse a pesar de su maldad?

¡Derriba a esa gente, Dios mío, con tu enojo!

9 Tú has anotado los pasos de mi destierro;

recoge mis lágrimas en tu odre:

¿acaso no está todo registrado en tu Libro?

10 Mis enemigos retrocederán cuando te invoque.

Yo sé muy bien que Dios está de mi parte;

11 confío en Dios y alabo su palabra;

12 confío en él y ya no temo:

¿qué pueden hacerme los hombres?

13 Debo cumplir, Dios mío, los votos que te hice:

te ofreceré sacrificios de alabanza,

14 porque tú libraste mi vida de la muerte

y mis pies de la caída,

para que camine delante de Dios

Fuente: El Libro del Pueblo de Dios. 

Voz: Fátima Solaeche/Música: Juanjo Cabrera (Spotify) / Juanjo Cabrera (canal de Youtube)

Comentario del Salmo 56

4Un hombre perseguido implacablemente (v. 9) apela al poder de Dios para que lo libre de sus adversarios. No obstante la gravedad del peligro (vs. 2-3, 6-7), el salmista no pierde la fe en el Señor (v. 5) y espera confiadamente el momento de su liberación (vs. 10-12). En la seguridad de ser escuchado por Dios, promete darle gracias públicamente por el beneficio recibido (vs. 13-14).

Fuente: El Libro del Pueblo de Dios /Editorial San Pablo

Artículos relacionados

Deja un comentario