“María vivía impregnada en la Palabra de Dios”
Por la señal de la Santa Cruz+
de nuestros enemigos+
líbranos, Señor, Dios nuestro+
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Oración Inicial
Virgen Santa del Pilar, aumenta nuestra fe, consolida nuestra esperanza, aviva nuestra caridad, socorre a los que padecen desgracias, a los que sufren soledad, hambre o falta de trabajo. Fortalece a los débiles en la fe. Fomenta a los jóvenes la disponibilidad para una entrega plena a Dios. Asiste maternalmente, oh María, a cuantos te invocan como Patrona de la Hispanidad. Amén. (Juan Pablo II)
Lectura bíblica del sexto día:
“María guardaba todas estas cosas meditándolas en su corazón” Lucas 2, 19
María, por así decirlo, “se sentía como en su casa” con la Palabra de Dios, vivía penetrada de la Palabra de Dios. Hablaba, pensaba con palabras de Dios, sus pensamientos eran los pensamientos de Dios, por eso irradiaba amor y bondad.
Quien piensa en Dios, piensa bien, y quien habla con Dios habla bien, tiene criterios de juicios válidos para todas las cosas del mundo, se hace prudente, bueno, fuerte, valiente con la fuerza de Dios, que resiste al mal y promueve el bien al mundo.
La Sagrada Escritura habla de la columna que guiaba al pueblo de Dios durante el destierro hacia la tierra prometida. Esa columna debe ser para nosotros el Pilar de Zaragoza, que ha recibido a través de los siglos la fe de nuestros padres y que es puente, escala y guía de peregrinos.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración Final
Oh Dios todopoderoso y eterno, que nos has dado un amparo celestial por medio de la gloriosa Madre de tu Hijo; concédenos ser protegidos con el auxilio constante de la Virgen María, a quien veneramos con la especial advocación del Pilar. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. +