Los Carmelitas y la Virgen del Carmen
Por la señal de la Santa Cruz+
de nuestros enemigos +
líbranos, Señor, Dios nuestro +
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +
Oración inicial
Virgen del Carmen, Madre nuestra, llegamos hasta ti, arrepentidos de todas las faltas con que hemos ofendido a tu Hijo y a nuestros hermanos.
Implora para nosotros la misericordia de Dios Padre y la fuerza para perseverar en el bien.
Líbranos de toda tentación y ayúdanos a hacer siempre el bien a quienes nos rodean. Amén
Lectura bíblica del segundo día:
“Yo haré que su nombre se recuerde por siempre, eternamente han de alabarte los pueblos” Salmo 45, 18
El Monte Carmelo se convirtió en un lugar sagrado, donde muchas personas se instalaron para llevar una vida en completa oración y penitencia, a imitación del profeta Elías. Estas personas eligieron a la Virgen María como su patrona y como muestra de su amor y devoción construyeron un templo en honor a santa María del Monte Carmelo. Más adelante fueron llamados Carmelitas y se dedicaron a vivir en soledad, oración y pobreza, como una forma de seguir a Cristo.
La Virgen del Carmen acompañó a los Carmelitas a medida que la orden se propagó por el mundo, creciendo en cantidad, conocimiento y santidad. A los Carmelitas se los conoce por la devoción a la Madre de Dios, ya que en ella ven el cumplimiento del ideal de Elías.
El Carmelo es “todo de María”, mariano por su origen, mariano por su historia, mariano por su tradición, mariano por su espiritualidad, mariano por su apostolado, mariano por su escapulario, así lo vivieron y lo viven tantos hermanos y hermanas que han seguido haciendo alianza con la Madre a través de los tiempos.
- Pedir la gracia que se desea alcanzar de la Virgen del Carmen en esta novena.
(Padre Nuestro, Ave María y Gloria)
Oración final
Te suplicamos, Señor, que nos asista con su intercesión poderosa la santísima Virgen María y reina del Carmelo, para que, guiados con su ejemplo y protección, lleguemos hasta la cima del monte de la perfección que es Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo +